En una entrevista publicada por Prensa Libre en el 2012, Montes Córdoba, afirmó que para él “la arquitectura no es solo diseñar casas; es conformar, coordinar y acoplar un sentido de la vida para el progreso de la humanidad”.
Uno de los últimos reconocimientos para el arquitecto de la ciudad fue un Doctorado Honoris Causa de parte de la Usac, acto al que no pudo asistir debido a sus afecciones de salud.
En el 2006, después de la muerte de Roberto Aycinena, Montes Córdoba fue nombrado arquitecto mayor de la ciudad, un cargo honorífico, que según explicó “son babosadas. A estas alturas de la vida, uno sabe que cosas tienen valor”.
Lea también: Conozca la historia de la Ciudad de Guatemala con este recorrido a pie
Un equipo de trabajo
Montes Córdoba nació en 1927, hijo de padre español y madre retalteca.
Su oficina, ubicada en la zona 13 capitalina, fue el lugar de donde surgieron muchas de las ideas para la construcción del Centro Cívico, que abarca los edificios del Banco de Guatemala, Crédito Hipotecario Nacional, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y Municipalidad de Guatemala.
En esa oficina, según su relato a Prensa Libre, se reunieron varias veces Carlos Mérida, Efraín Recinos, Roberto González Goyri, Dagoberto Vásquez, Roberto Aycinena y Carlos Haeussler.
Con las ideas de todos estos artistas se logró integrar la arquitectura con las artes plásticas, “creamos algo con identidad. El resultado es un diseño crudo, franco, de su época”, afirmó Montes Córdoba.
Lea también: 40 años de cultura: Conozca los rincones del Teatro Nacional
Obra que trasciende
El legado del profesional permanecerá también en la Usac, donde, en 1958 fundó la Facultad de Arquitectura y donde impartió sus conocimientos como docente.
Montes Córdova entendió la necesidad de tener esta facultad en el país cuando, al comenzar sus estudios universitarios debió acudir a México, Canada y EE. UU. En esa época, la Usac solo tenía Facultad de Ingeniería.
Para uno de los primeros arquitectos de Guatemala, las cosas de valor no tenían que ver con el dinero, “se puede perder todo y morir miserable. La riqueza verdadera es la que se obtiene con el respeto”, aseguró.
Uno de los consejos de Montes Córdova para los más jóvenes fue: “Un arquitecto, con solo trazar una línea levanta un muro. Por eso, cada línea que hace debe tener una buena razón”.