CABLE A TIERRA

Malempleo médico: causas y perspectivas para el gremio

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La mesa de expertos sobre “empleo médico”,  llevada a cabo la semana pasada como parte del Congreso Nacional de Medicina,  fue un espacio para intercambiar acerca de los desafíos que enfrentan los médicos en su ejercicio profesional. Tuvo como antecedente inmediato las demandas hechas por los colegas del Ministerio de Salud, pero no se circunscribió a esta situación, entendiendo que la solución, para ser sostenible, demanda otro conjunto de medidas más allá del incremento salarial otorgado por el Congreso.

Se partió del hecho que la falta de respeto a los derechos laborales ha sido una constante en el MSPAS, aunque no es algo exclusivo de esta entidad, siendo la simulación de contrato el hecho más frecuente y deleznable. Al respecto, el movimiento médico hizo tres peticiones: 1. Salario digno. 2. Estabilidad laboral. 3. Regulación de la carrera médica administrativa. Hay tres iniciativas de ley y el Colegio Médico debe estar atento, puesto que estas iniciativas son impulsadas desde una legislatura carente de honorabilidad y legitimidad.

Hubo una coincidencia total en el reconocimiento de la legitimidad de la reivindicación salarial solicitada por los colegas, y admiración por la tenacidad demostrada. A la par, la preocupación por la sostenibilidad de este tipo de medidas en un Estado donde los presupuestos se incrementan pero los ingresos fiscales no crecen en la misma proporción, y donde priva poca racionalidad en el gasto y también, en algunas demandas. Esto llevó a la discusión sobre los factores subyacentes a estos episodios de crisis recurrente.

El análisis partió de una premisa: un servicio civil no puede ser analizado en abstracto ni aislado de las características del sistema de empleo del país, especialmente cuando Guatemala tiene uno de los peores sistemas laborales del mundo, que se caracteriza por el predominio de formas de trabajo forzado de nuevo cuño: Horas extras no remuneradas, el disfraz laboral del empleo, incumplimiento de leyes, reglamentos y acuerdos vigentes —salario mínimo, por ejemplo—, y un sistema económico que promueve el enriquecimiento de un pequeño grupo de la sociedad a costas de las mayorías. No puede haber empleo público de calidad si la economía es excluyente y concentradora de los beneficios en pocas manos. El Estado captura apenas una mínima parte de esa riqueza por la vía de la recaudación fiscal, y con eso, tiene que financiar el funcionamiento de todo el aparato público y supuestamente, impulsar el desarrollo y prestar servicios.

En la base del problema está también la política de “flexibilización laboral” iniciada en los años noventa, a la que se suma la corrupción y cooptación del Estado, que convirtió el empleo público en un botín y forjó el servicio civil clientelar, vinculado a intereses políticos y económicos. Por eso, hay que ser sumamente cautelosos con las propuestas de carrera administrativa que se están moviendo en el congreso.

Se abordó también el tema de la distorsión del sindicalismo, convertido ahora en otro grupo de interés; y la confusión en cuanto al rol del estado como empleador, que es muy diferente al de una empresa privada. Finalmente, se puso sobre la mesa un tema nunca debatido: los cambios en el mercado privado de la salud y sus efectos sobre el empleo médico y el sector público.

La relatoría de esta mesa fue entregada en el Congreso de Medicina, con la expectativa de la audiencia de que el Colegio no la engavete, sino que tome el liderazgo y de continuidad a esta discusión. Se necesita que asuma un papel activo en la generación de propuestas que velen por la salud, y por el mejor interés de todos los agremiados.

karin.slowing@gmail.com

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