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“Los trastornos alimenticios son afecciones serias que se relacionan con conductas alimentarias persistentes y afectan la salud, las emociones y la capacidad de funcionar en áreas importantes de la vida”, explica Mayo Clinic por medio de un comunicado.
Además, señalan que la presión social por ser delgado se vincula con trastornos alimenticios en las personas mayores al igual que con los jóvenes y adolescentes. Dicha presión puede ser provocada también por factores como estrés excesivo, problemas con la menopausia y temor ante los cambios que edad hace en la apariencia personal.
Estas condiciones pueden ser causados por factores biológicos, emocionales, psicológicos, interpersonales y sociales.
Trastornos más comunes
Anorexia nerviosa
Comúnmente conocida solo como “anorexia”, se caracteriza por tener temor a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso corporal o de la forma del cuerpo. Quienes la padecen suelen limitar excesivamente las calorías que consumen o recurrir a diferentes métodos para bajar de peso como hacer ejercicio en extremo, tomar laxantes o pastillas para adelgazar.
Debido a su miedo por aumentar de peso se avergüenzan por ingerir calorías, lo cual se alivia vomitando o usando laxantes. Los esfuerzos para bajar de peso, incluso cuando el peso corporal es bajo, pueden causar problemas de salud graves.
Bulimia nerviosa
Este trastorno potencialmente mortal. Las personas que lo padecen tienen episodios de alimentación compulsiva, que incluye la sensación de pérdida de control sobre sus alimentos. Muchos restringen lo que comen durante el día, lo que causa más episodios de ansiedad.
Mayo Clinic indica que es común consumir gran cantidad de alimentos en un corto tiempo, para después deshacerse de las calorías por medio de vómitos, ejercicio extremo o con métodos como laxantes.
Trastorno alimentario compulsivo
Las personas que padecen este trastorno suelen comer compulsivamente y sienten que no tienen control sobre sus alimentos. Su alimentación puede ser muy rápida o consumir más de lo que se tiene pensado. Incluso cuando no se tiene apetito se continúa comiendo mucho tiempo después de sentirse demasiado lleno.
Se cree que el trastorno de comer compulsivamente es el más prevalente entre las personas mayores, quienes tienen las mismas inquietudes respecto a su imagen corporal que los jóvenes.
Tratamientos
Los trastornos alimenticios generalmente se controlan con un trabajo en equipo de profesionales médicos que incluye: médicos de la salud mental y dietistas. El tratamiento dependerá del tipo de trastorno, pero generalmente enseñan acerca de nutrición, dan asesoría sobre alimentación saludable. En algunos casos se recomiendan medicamentos, sobre todo en casos de trastorno de alimentación compulsiva.
También es común que los profesionales utilicen la terapia cognitivo conductual porque enseña a los pacientes a controlar y mejorar sus hábitos alimenticios, a ser capaces de resolver sus problemas y a explorar maneras sanas de sobrellevar con las situaciones de la vida que provocan ansiedad, estrés, entre otros padecimientos.
La mayor parte del tratamiento se puede hacer en consulta externa. No obstante, las personas con casos graves de mala nutrición debido a anorexia o con problemas de salud serios por comer compulsivamente pueden requerir hospitalización o un programa especializado para trastornos alimenticios.