De hecho, este Parlamento es el organismo regional que representó más gasto para el país, según el Presupuesto 2019 del Ministerio de Finanzas, —Q13 millones—, casi el 50% del total de los recursos.
Le siguen, el Sistema de Integración Centroamericana (Sica), instancia a la que cuatro instituciones guatemaltecas aportaron Q7.3 millones, y el Plan Trifinio, Q3.2 millones, programa que tiene como fin lograr el desarrollo de las áreas transfronterizas de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Detrás de estas instituciones siguen otras cuyos aportes anuales van desde los Q80 mil, como la Comisión Educativa y Cultural Centro Americana, hasta los Q714 mil, como es el caso del Instituto Centroamericano de Administración Pública.
Expertos refieren que, si bien es cierto la integración centroamericana es, no solo una necesidad, sino un mandato constitucional, las instituciones regionales son perfectibles y algunas, como el Parlacén, deben ser reformadas.
Al enumerar los beneficios de una integración regional sólida, el analista en temas internacionales Jorge Wong, comenta que Centroamérica tendría más fuerza para hacer negociaciones, y puso como ejemplo los acuerdos migratorios que EE. UU. firmó el año pasado con tres países por separado.
“EE. UU. divide a la región y divididos cada uno jala por su lado. Unidos —los países— Centroamérica es un bloque más fuerte. Es más fácil hablar con uno que convencer a un bloque”, expuso el analista.
Agregó que la importancia debe girar, no tanto en la cantidad del gasto, “sino más bien en la calidad de la inversión, sobre todo en instituciones del Sica para que sus resoluciones puedan ser vinculantes y generen cambios reales de percepción, credibilidad y confianza” en los 50 millones de habitantes de los ocho países que son parte del sistema.
Es una obligación constitucional
El excanciller Gabriel Orellana aseveró que la integración centroamericana no solo es necesaria sino una obligación constitucional, contenida en el artículo 150 de la Carta Magna, el cual dice que Guatemala, “mantendrá y cultivará relaciones de cooperación y solidaridad con los demás estados que formaron la Federación de Centroamérica”.
Además, ordena que el Estado “deberá adoptar las medidas adecuadas para llevar a la práctica, en forma parcial o total, la unión política o económica de Centroamérica” y está obligado a “fortalecer la integración económica centroamericana sobre bases de equidad”.
El también abogado constitucionalista coincide en que es importante pertenecer a los organismos internacionales ya que eso fortalecería a la región de cara a eventuales negociaciones con otras naciones o bloques del mundo.
Acciones dañan integración
En lo que ambos entrevistados están de acuerdo es que las acciones de ciertos organismos han perjudicado los intentos de integrar a la región. Hoy en día, por ejemplo, abundan los comentarios en contra del Parlacén, que apuntan a que Guatemala debe abandonar el organismo e incluso que tiene que ser clausurado.
Jorge Wong, analista en temas internacionales
Según Orellana, esto no es factible, precisamente por la obligación constitucional de buscar la integración; sin embargo, reconoce que las actuaciones del Parlacén han terminado por perjudicar a los propios intentos de integración, por lo cual se deben adoptar medidas políticas y jurídicas para hacerlo más eficiente
“Hay que buscar una reforma del Parlacén. La historia nos muestra que cuando hay voluntad se hace”, señala Orellana, quien recuerda que la Corte de Constitucionalidad hace años dictó regulaciones mediante las cuales se modificó el estatus de inmunidad de los diputados centroamericanos por Guatemala y en un tiempo corto se modificó el tratado constitutivo del ente regional.
Wong señala que los países han descuidado las instituciones que, con el paso de los años, se han convertido en “nido de delincuentes y sacos sin fondos donde el dinero se va solo en pagar sueldos a gente que no hace nada por la integración”.
Coincide en que la integración centroamericana se ha visto afectada por la actuación de ciertos organismos como el Parlacén del cual no hay mayores resultados. “Como en todo estado hay cosas que son perfectibles y las leyes se deben mejorar”, apuntó Wong.
Destacó que ese foro parlamentario debe ser capaz de emitir leyes vinculantes que sean acatadas.
Enumera logros
Sin embargo, el Parlacén sostiene que sus acciones han contribuido a la integración del istmo, y a través de el departamento de Comunicación enumeró al menos 16 acciones en las que se ha involucrado y que han contribuido a tal fin, entre estas la unión aduanera y el libre tránsito de personas en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua (CA4).
Además, se atribuye propuestas como cielos abiertos, roaming sin costo para el uso de la telefonía celular, el tren centroamericano y la homologación de los títulos universitarios.
El Parlacén aseguró que desde el 2017 presentó al Sica una propuesta para reformar al organismo para que se le otorguen facultades vinculantes y así “las resoluciones que emite, sean de estricto cumplimiento en los países que lo integran”.
Subrayó que, para alcanzar el principio de universalidad es necesario “avanzar en la incorporación de todos los estados del Sica en el Parlacén y en la Corte Centroamericana de Justicia, así como en la voluntad política para legislar en temas regionales y aplicar el derecho comunitario”.
En cuanto a los señalamientos de que las acciones de ese Parlamento han perjudicado la integración centroamericana, puntualmente el intento de juramentación del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y la llegada al ente del exmandatario guatemalteco Jimmy Morales, se limitó a indicar el Parlacén “igual que otros órganos parlamentarios, juramenta a los diputados que el pueblo elige, no los designa”.
Añadió que en el caso de expresidente y exvicepresidente “el tratado constitutivo que fue suscrito y ratificado por Guatemala, mandata que ellos se incorporen al órgano regional”.