En ese lugar será inaugurada una maquila que fabricará principalmente la ropa de todos los hospitales del país, pero también tendrán otras prendas.
“Los precios serán extremadamente competitivos y la gente tiene la posibilidad de redimir sus penas por trabajo. Además será la primera cárcel en donde los presos preparen sus alimentos para que las mismas reclusas en forma rotativa pasen por la cocina”, dijo Giammattei.
El COF tiene 899 mujeres detenidas y un 75% estaría dispuesta a trabajar, aunque hay un grupo que no acepta y ese grupo será aislado, informaron las autoridades.
La tela, el hilo y el pago lo pone el Ministerio de Salud. Un juego de sábanas que tiene un precio promedio de mercado de Q110, pero en esa fábrica tendría un valor de Q56, además de ese dinero la reclusa gana Q14 por cada prenda.
“Vamos a tener menos problemas en las cárceles porque la gente estará ocupada y es el primero de lo que haremos en todas las cárceles del país”, dijo el mandatario.
También está en proyecto la construcción de un hospital en el lugar para que pueda convertirse en el centro de atención médica para los reclusos de otros puntos carcelarios.