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Al llegar a la cabecera departamental la mujer que pidió no ser citada por seguridad dio las características de los hombres, y los agentes policiales efectuaron un recorrido en las pensiones del mercado la terminal y lograron ubicarlos con la bebé.
Según Gilmar Sagastume, jefe de la Comisaría 43 de la PNC se trata de Marco Antonio Benegas Martínez de 42 años y Rodolfo Saúl Vindel Hernández de 56, ambos originarios de el Progreso Yoro, Honduras. Al momento de ser identificados ofrecieron Q200 a los agentes a cambio de no ser detenidos, en ese momento aseguraron que la familia de la niña les pagó, sin especificar al cantidad, para llevarla a Estados Unidos.
El plan era descansar unas horas y luego abordar un bus que los llevara de Huehuetenango, frontera con México, para continuar la travesía que les permitiera cumplir el trabajo por el cual fueron contratados.
El comisario lamentó que los padres de la menor sin medir los riesgos hayan expuesto a su hija a los peligros que representa el viaje en busca del sueño americano y en este caso por tratarse de una menor.
“Es muy lamentable y preocupante que este tipo de casos ocurran porque se vulnera por completo a la niña”, dijo.
La niña fue trasladada al Hospital Regional donde fue evaluada por personal de turno, luego se remitió al Centro de Recuperación Nutricional donde tendrá abrigo de protección temporal mientras se realiza el procedimiento legal establecido en estos casos, los dos detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de turno por el delito de trata de personas.
Para la vecina, Adriana Martínez la decisión de enviar a una niña en estas condiciones no es fácil, no se debe juzgar a la madre porque puede tratarse de un caso desesperado de reunificación familiar, es decir que los padres ya estén en Estados Unidos y quieran tener a su hija por eso pagan el viaje.
Detalló que en las comunidades la falta de trabajo, oportunidades y la miseria en la que se vive obliga a las personas a tener que migrar en busca de alternativas, el viaje de niños no acompañados no es algo nuevo, se ha hecho todo el tiempo.
En declaraciones recientes el cardenal Álvaro Ramazzini afirmó que la migración es un derecho y ocurre en distintas lugares porque los gobiernos no garantizan el pleno desarrollo de las comunidades. “La gente no se va porque quiere lo hace por la necesidad y eso debemos entenderlo”, dijo.
Para Erick Villatoro, auxiliar departamental de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), es preocupante casos como estos en los que los niños son enviados a Estados Unidos sin la compañía de un familiar, se vulneran sus derechos fundamentales al enviarlos pese a los peligros que representa el viaje como migrantes.
Añade que estos casos donde se ven involucrados menores de edad son de mayor impacto, aunque la migración es un derecho, los padres de familia deben velar por el cuidado y protección de sus hijos y no ponerlos en peligro como en este caso. “Comprendemos las necesidades de las personas que migran, pero no se debe poner en peligro a los niños”, indicó.