El curso se basó en enseñar a las participantes a neutralizar a un atacante estando en el suelo, pues cuando se trata de una agresión sexual es común que la víctima sea arrojada al piso.
Ignacio Arriola, maestro de la Escuela Arriola Martial Arts, dijo que la idea surgió cuando supo de la alta incidencia de casos de agresiones contra mujeres, por lo decidieron contribuir para frenar ese flagelo.
“Las mujeres son el grupo de la población más vulnerable a los ataques, por lo que es importante que sepan como responder ante una agresión y poder salir del lugar sin sufrir mayor daño, es parte de los principios básicos de las artes marciales que compartimos con ellas”, dijo Arriola.
Jimena Aguilar, campeona nacional de karate en el circuito wako Guatemala, también participó en el evento y compartió parte de su experiencia con las mujeres del lugar.
Aguilar comentó que se enseñó técnicas de jiu-jitsu, las cuales son útiles para defenderse de agresiones sexuales. “Creen que las mujeres somo el sexo débil y no es así, por lo que es importante saber cómo defendernos de las agresiones”, comentó Aguilar.
María Gómez, participante, manifestó que en la actualidad es necesario estar preparada para reaccionar ante una situación de riesgo y el aumento de ataques contra mujeres la motivó a participar en el curso.
“Las artes marciales son importantes porque nos ayudan a tener conocimientos para defendernos ante cualquier amenaza física y saber cómo reaccionar ante un abuso”, refirió Gómez.
Angie Linares, otra participante, indicó que es esencial saber defenderse, pues en el pueblo los riesgos para las mujeres son latentes.