Además de la tensión a nivel colectivo por el temor al coronavirus, las personas están propensas a experimentar un coctel de emociones causadas por permanecer en casa durante por mucho tiempo, principalmente si se convive con niños o adolescentes, comenta la psicóloga y tanatóloga Bety Coppola.
“Hay que empezar con lo más importante y eso es tomar este tema con tranquilidad. Hay mucha incertidumbre, pero lo importante es enfatizar que es una realidad. Es cierto que no es un virus mortal, pero nos exige pensar en los demás. Concienciar a la gente sobre que el aislamiento es una responsabilidad social y hay que acatarla para prevenir más contagios”, señala la experta.
Afirma que esta situación puede compararse con un duelo, porque en ella se afrontan pérdidas, como perder la libertad y la rutina a la que se está acostumbrado.
“El tema de las pérdidas es muy general, no solo se trata de la muerte de un ser querido, sino también de los aspectos de la vida en que nos priva de algo, como la rutina diaria y la obligación de adaptarnos al cambio. Estos son conflictos que experimentamos dentro de nosotros”, refiere la psicóloga.
Negación, culpa, enojo, tristeza, ansiedad, estrés y sensación de depresión son algunas de las emociones de las que debe cuidarse la persona mientras pasa la emergencia, comenta Coppola, ya que pueden causar tensión entre quienes conviven en un espacio.
Adiós negativismo
El confinamiento colectivo puede ser el caldo de cultivo para riñas y enojos, especialmente con los niños, que son los más propensos a desesperarse. Ante esta posibilidad, Coppola recomienda mantenerse informado sobre la situación, en canales de comunicación confiables, y evitar caer presa de noticias falsas, que pueden ocasionar más ansiedad entre la familia.
Establecer un horario en el cual se incluya entretenimiento para toda la familia, comidas y momentos de meditación, entre otras actividades, como la lectura o la escritura es una recomendación de las expertas. De acuerdo con la psicóloga, esto ayuda a crear una sensación de estabilidad, principalmente en los menores.
Asignar tareas a todos los integrantes de la familia reforzará los lazos de afección, ya que se formará un sentimiento colectivo de cooperación, además de ser una forma de crear buenos hábitos en los niños y adolescentes, para hacerlos más responsables. Las actividades para ocupar el tiempo, como los juegos de mesa, fomentan la convivencia de forma positiva.
Según la experta, es importante que los adultos tomen un momento del día para estar solos, durante el cual pueden meditar, rezar, leer o escribir. “Estos momentos de encuentro con uno mismo permiten el desahogo. Anotar lo que lo que se piensa y siente sobre la situación es una buena forma de preservar la salud mental, porque en papel uno puede decir lo que quiera. Esto le ayuda a la persona a plasmar la realidad y afrontarla de manera saludable”, indica la psicóloga.
Minimizar los roces
Los roces son algo casi inevitable cuando se está en aislamiento, principalmente con niños y adolescentes porque, como es natural, tienden a mostrar comportamientos egoístas, lo cual no significa que sea porque los padres no les han inculcado buena educación, sino por el estrés que puede causar el confinamiento.
Coppola señala que una buena técnica es pensar en una palabra clave que se pronuncie cuando algún integrante de la familia muestre un comportamiento negativo. En ese momento es mejor que las personas se separen un momento, respiren y luego regresen calmadas a hablar al respecto.
“Estas técnicas son un esfuerzo que se hace en familia para romper los momentos de tensión, que seguro ocurrirán”, opina Coppola.
La actividad física
Durante el aislamiento es común que las personas, tanto niños como adultos, manifiesten conductas sedentarias. “El cuerpo necesita estar en movimiento y mejor si se hace de forma sistemática”, indica Ricardo Ortiz, maestro de Educación Física .
Es importante que los menores trabajen en su motricidad fina y gruesa mientras se quedan en casa, para que no tengan complicaciones al momento de retomar su rutina.
Ortiz sugiere una serie de actividades para mantener a los menores activos y promover su aprendizaje. Si no se tiene el espacio necesario, se puede desocupar una habitación.
“Pueden colocarse unos seis o cinco vasos desechables o botellas de plástico en el piso, en línea recta, con un metro de separación, y hacer que los pequeños caminen al lado de ellos en zigzag”, recomienda el docente.
Otro consejo es pegar en el piso cinta adhesiva en forma de línea recta y pedir al menor que camine sobre ella, para trabajar el equilibrio dinámico. También sugiere, si hay gradas en la casa, pegar las letras o los números en cada escalón y hacer que los niños salten y en cada peldaño digan la letra o número que corresponde.
Ortiz asegura que una actividad divertida es inflar un globo y jugar a mantenerlo en el aire. Esto ayuda a estimular todas las partes del cuerpo y para que sea más ameno se puede hacer al ritmo de una canción.
Una pista de obstáculos y el baile son actividades altamente recomendables para los menores.
Una buena alimentación
Nutricionistas recomiendan mantener una alimentación sana en estos días en que las familias se ven obligadas a permanecer en casa, así como tomar en cuenta medidas de higiene para cocinar y comprar.
Indican que el aislamiento indudablemente afectará los hábitos de alimentación, por lo que es necesario tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Planifique un menú semanal, porque cuando se improvisan las comidas se es más propenso a recurrir a alimentos poco saludables.
• Durante estas situaciones es común recurrir a alimentos enlatados o procesados, con altos niveles de conservantes. Recuerde que los mercados y supermercados se mantienen abiertos, por lo que puede optar por alimentos frescos, ricos en nutrientes.
• Evite las bebidas azucaradas y en su lugar opte por agua. Puede añadir un poco de jugo de limón o naranja para hacerla más refrescante. Si desea algo caliente, un té o infusión es una buena idea.
• Expertos en nutrición recomiendan apostar por las verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, carnes magras, pescados, huevos y lácteos, ya que estos siempre deben ser la base de la alimentación.
• Recuerde que en estos días hacer las compras es un poco más complicado, por lo que debe evitar los desperdicios y también puede optar por congelar algunos alimentos como verduras, frutas y carnes, para prolongar su vida útil.
• Controle el hambre emocional, ya que los hábitos influyen en lo que come. Si realiza actividades entretenidas mantendrá alejado el aburrimiento y la ansiedad. Ambos estados emocionales pueden llevarle a comer compulsivamente.
• Prepare bocadillos saludables como guacamol, humus, tiras de zanahoria, pepino y galletas integrales, así como nueces, atún y yogur, por ejemplo.
• Al momento de hacer las compras recuerde ser solidario y llevar solo lo necesario. Compre para varios días, para minimizar los viajes al supermercado.
• No rompa la cadena de enfriamiento de los alimentos. Asegúrese de que los que necesitan refrigeración se mantengan a una baja temperatura desde que los compra hasta que los lleva a casa.
• En el supermercado, evite manipular productos que no comprará.
Expertos en nutrición opinan que el confinamiento no es excusa para descuidar los hábitos alimenticios. (Foto Prensa Libre: Servicios)
Ayuda virtual
Este jueves 19 de marzo a las 10 y 16 horas la psicóloga Betty Coppola llevará a cabo de forma virtual la charla “Coronavirus: tranquilidad, calamidad, cierto, falso, obediencia e indiferencia”, donde ampliará los detalles sobre cómo sobrellevar el aislamiento de forma saludable y responderá las dudas del público. Si desea verla puede ingresar al sitio https://www.senoriales.com/guatemala/acompanamiento/