ELEGIMOS PARA USTED
En Tahuexco residen unas 300 familias que durante esta época dejaron de prestar sus servicios de paseo en lancha, venta de cocos alquiler de ranchos y la pesca. Según los vecinos, la Semana Santa era una época para agenciarse de dinero, pero este año todo se complicó derivado a causa del covid-19.
Como medida de prevención y para evitar posibles contagios de coronavirus, los pobladores bloquearon los ingresos a las comunidades y no permiten el ingreso de turistas y personas ajenas al lugar. Solo pueden ingresar vecinos y vehículos con alimentos cuyos ocupantes deben pasar por un control donde se les toman la temperatura.
Jaime de la Rosa, vecino de Tahuexco, manifestó que esperaban con ansias la llegada de veraneantes durante la Semana Mayor, pero su ilusión terminó cuando se enteraron que el Gobierno prohibió la movilización de personas a los departamentos y cerró las playas.
“Dios sabe porque pasan las cosas, no tenemos ingresos, antes comprábamos y vendíamos cocos, pero este año ya no se pudo porque no hubo turismo, mucha gente pone sus negocios durante esta época, sin embargo, no hubo ganancias por las restricciones”, finalizó de la Rosa.
“La economía se vino abajo porque los veraneantes no pueden entrar, la restricción afectó las ventas de este año, sabemos que Dios es grande y poderoso y esto va a pasar, él dice que no deja solos a sus hijos, nos damos cuenta que Dios tiene el control y esto no nos puede robar la paz”, comentó Erenia Rivas, vecina otra vecina de Tahuexco.
En Chiquistepeque, Aníbal Contreras, administrador del hotel Hamacas y Pescados, manifestó que desde que del 17 de marzo al 15 de Abril, las pérdidas que superan el medio millón de quetzales, en Semana Santa esperaban a cientos de turistas que hacían uso de los restaurantes y discotecas.
Pese a la crisis, la administración decidió no despedir a los empleados y esperan no hacerlo.
Contreras explicó que no reciben información sobre cómo el Gobierno reactivará la economía en la zona al pasar la pandemia.