La iniciativa permitió juntar hasta el sábado unos 152 kg de fideos, cuatro bolsones de alimentos y casi 53 mil pesos (unos US$750) para comida, así como barbijos y alcohol en gel. En total son aproximadamente 650 kilos de alimentos, precisaron los organizadores.
Todo lo recaudado se repartirá en merenderos y ollas populares del barrio de viviendas sociales René Favaloro y en los asentamientos precarios que lo rodean, a 50 km de la capital.
“Diego no debe tener ni idea de lo que hizo por nosotros, no tiene precio. Le voy a estar agradecida hasta el día que me muera”, declaró Marta Gutiérrez, una hincha de Boca Juniors “hasta los huesos”, colaboradora del merendero.
La mujer habla con la AFP en un enorme galpón del sector Obras y Servicios del municipio, donde decenas de niños toman una leche chocolatada y galletitas dulces, mientras a sus madres les entregan juguetes y ropa para llevarse a sus casas.
Cerca de ella, está colgada la camiseta donada por Maradona, rodeada de imágenes religiosas, como una suerte de altar. Para esta viuda, madre de siete hijos que cocina cada noche para cuatro familias vecinas además de la propia, esta camiseta es como “el manto sagrado de Jesucristo”, dice.
La casaca donada es parte de una edición especial que evoca la que usó la selección argentina cuando ganó el Mundial de México-1986.
Emocionada hasta las lágrimas, Marta agradece al excapitán albiceleste: “Hizo mucho por nosotros cuando nadie, nadie lo hizo. Tenía que ser él, el más grande”.
El del barrio Favaloro es uno de los 8 mil comedores y merenderos del país, la mayoría de los cuales funciona bajo el ala de organizaciones sociales o de las iglesias. Unos 3 mil reciben alimentos por parte del Estado y el resto depende de donaciones y del voluntariado.
Impulsado por la iniciativa de Ricardo Chao, el dueño de un comercio de camisetas de fUtbol que en pandemia organiza subasta solidarias, el diputado peronista Nicolás Rodríguez Saá fue el intermediario entre Maradona, el sorteo y el barrio Favaloro.
“Diego es la marca de la irreverencia contra el poder, que desde un lugar muy humilde, con dos padres laburantes, viviendo con muchos hermanos, en pocos metros cuadrados, logró la gloria. Hizo esperar a jeques, reyes, a presidentes y él se acuerda de dónde viene”, se entusiasmó.