Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada cuatro pruebas serológicas muestran un “falso negativo”, lo que significa que su confiabilidad es tan solo del 25%; mientras que las moleculares o de cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) tienen una certeza de más del 90%.
Estas diferencias de resultados tienen una razón científica que la OMS ya ha publicado en estudios que se encuentran disponibles para consulta en su página web y detallamos los aspectos más importantes.
Moleculares
Estos exámenes que toman muestras del tracto respiratorio es el método que recomienda la OMS para la identificación y confirmación del coronavirus. Son las pruebas que realiza el Ministerio de Salud y que necesitan un procedimiento específico en un laboratorio certificado para poder determinar la infección.
Estas pruebas, cita un estudio clínico de la Universidad de Oxford, necesitan de material recogido por un hisopo, sintetizar el ADN complementario a través de la acción de la enzima transcriptasa inversa y amplificar las secuencias del genoma viral a partir de una plantilla.
Otro tipo de pruebas moleculares son denominadas POC, las cuáles se toman muestras con un hisopo de los fluidos del paciente, ya sea de la nariz o garganta y se analizan en dispositivos portátiles. La mayoría de estos dispositivos detalla la presentación de Oxford, utiliza cartuchos de un solo uso para procesar las pruebas en unos 10 minutos. Estas pruebas, aunque existen y están aprobadas por el Gobierno de EE. UU. no se utilizan en el país como un método oficial para determinar si alguien está infectado con covid-19.
“Permiten detectar el material genético del virus, es una técnica relativamente compleja que se hace sobre todo en laboratorios de salud pública, en ese sentido, nos permite detectar los ácidos nucleicos del virus, lo que confirma la presencia del virus en una muestra”, dijo Jairo Méndez, virólogo de la OPS el 24 de abril pasado.
En busca de anticuerpos
Las pruebas serológicas son más rápidas en arrojar resultados y a un costo mucho menor.
Estos exámenes se hacen con una gota de sangre que se deposita en una plaqueta plástica que contiene reactivos que identifican anticuerpos de inmunoglobulina M (IgM) y inmunoglobulina G (IgG), que son las “defensas” que produce el sistema inmunológico para combatir un virus. La presencia en la sangre de estos anticuerpos significa que hay o hubo presencia del virus.
El mayor problema con las pruebas serológicas es que el organismo, según el sistema inmunológico de cada persona, puede tardar hasta 10 días en producir anticuerpos contra el virus, por lo que estos exámenes podrían detectar anticuerpos de infecciones pasadas o recientes y no determinar si corresponden al nuevo coronavirus.
Peor aún, la prueba puede mostrar un resultado negativo a la infección y que se deba a que el contagio sea reciente y el organismo aún no ha producido los anticuerpos IgM e IgG.
“Las pruebas rápidas son desarrolladas en casete, como pruebas de embarazo, donde en una tira se ponen componentes del virus que una vez se coloca la muestra reacciona con unas líneas y permite identificar si es positiva o negativa”, explicó Méndez.
Agregó: “No permite confirmar si el virus está o no presente ni cuándo se tuvo contacto con el virus”.
“Esto significa que un diagnóstico de infección por covid-19 basado en la respuesta de anticuerpos -pruebas serológicas- a menudo sólo será posible en la fase de recuperación, cuando muchas de las oportunidades de intervención clínica o interrupción de la transmisión de la enfermedad ya han pasado”, dice la OMS en su sitio oficial.