Se trata de un paso crucial en esta misión histórica, la más peligrosa y de alto nivel jamás confiada a una empresa privada por la NASA. Luego de igualar la presión del interior del transbordador con la de la EEI, aproximadamente dos horas después de acoplarse, la escotilla se abrió y la tripulación de abordo dio la bienvenida a Hurley y Behnken.
Se presurizó el vestíbulo entre la cápsula y la ISS, y la escotilla se abrió en alrededor de una hora.
A bordo de la cápsula se encontraban los astronautas Bob Behnkhen y Doug Hurley, ambos veteranos del programa del transbordador espacial de la NASA, finalizado en 2011. “El acoplamiento está completo”, dijo un miembro de la tripulación.
“Ha sido un verdadero honor ser una pequeña parte de este esfuerzo de nueve años desde la última vez que una nave espacial de Estados Unidos se ha acoplado a la Estación Espacial Internacional”, añadió.
La nave que llegó unos 10 minutos antes de la hora prevista completó la maniobra final de aproximación a la altura de la frontera norte de China con Mongolia. El cohete Falcon 9 de SpaceX fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy ante millones de personas que siguieron la retransmisión en directo a través de internet.
La cápsula, diseñada para atracar de forma autónoma al módulo Harmony, se unió a la EEI bajo la atenta mirada de los astronautas y de los trabajadores en la Tierra, que controlaron en todo momento la aproximación de la cápsula.
Esta fue la parte más lenta ya que un choque en el espacio es potencialmente fatal por lo que se aproximó a una velocidad de 10 centímetros por segundo durante los últimos metros.
Los astronautas se unieron a los cosmonautas rusos Anatoly Ivanishin, Ivan Vagner y al estadounidense Chris Cassidy, que viajaron a la EEI el pasado 9 de abril abordo del transbordador Soyuz y que pasarán unos seis meses allí hasta completar su misión.
Por el momento, se desconoce la duración de la misión Demo-2 que tiene como objetivo certificar la capacidad de la compañía SpaceX, fundada por Elon Musk, de realizar viajes espaciales comerciales, pero se estima que los astronautas pasen entre 6 y 16 semanas en la EEI.
Durante ese tiempo realizarán investigaciones técnicas y científicas hasta su regreso a la Tierra, que, de ser satisfactorio, supondrá el paso final antes de comenzar las misiones operacionales de la NASA apoyadas por compañías privadas.