El funcionario dijo que se dejaron de percibir algunos tributos por el bloqueo fronterizo entre Nicaragua y Costa Rica que duró casi 15 días en mayo, sobre todo en el consumo.
En abril, el agujero fiscal fue de Q800 millones, aunque la recaudación efectiva creció 4%, según las estadísticas.
Comportamiento
El jefe de la SAT explicó que observaron un menor movimiento de carga de importación que impactó la recaudación en los derechos arancelarios a la importación (DAI) y el IVA importación en mayo.
“Nos afectó el problema que hubo con Costa Rica, pero aún no están los números finos”, declaró el funcionario. Además, el confinamiento y el toque de queda influyeron en el comportamiento del IVA doméstico –que registra las operaciones de consumo– y una parte en el impuesto sobre la renta (ISR).
La estructura de la recaudación depende del IVA doméstico e importación y del ISR.
Efecto al consumo
Abelardo Medina Bermejo, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) aseveró que la brecha por el efecto coronavirus empezó en abril luego de que se otorgó una ampliación para el pago de impuestos de los vencimientos en marzo.
Advirtió de que el agujero seguirá creciendo en los próximos meses, y desde el Icefi proyectan un escenario entre Q4 mil a Q6 millones.
Añadió que hay una disminución del comercio internacional y en el cierre de fronteras para las importaciones y exportaciones, y recientemente, el cierre con El Salvador por la tormenta Amanda, lo que genera una disminución del consumo.
“Todo esto afecta la recaudación por unos días el cierre de fronteras con Costa Rica y El Salvador de manera temporal, mientras se abre las fronteras; pero lo que si afecta es la disminución del consumo”, explicó el analista.
En general, precisó Medina Bermejo que las principales causas que están formando la brecha apuntan a la disminución de los precios de los combustibles, a la baja del consumo de las personas por el efecto remesas y por el ahorro en los hogares que están priorizando gastos esenciales.
Meses críticos
Para el consultor tributario Juan Carlos Paredes, desde marzo, cuando se implementaron las medidas, marcó una reducción de la actividad económica que se acentuó en mayo, aunque pueda haber una leve mejoría en junio.
“La curva de abril y mayo es más crítico y el efecto de la reducción de ventas fue más del 50% en productos no esenciales, y ese enfoque trasciende a las importaciones con los derivados del petróleo y otros bienes”, afirmó.
Todo ese movimiento repercute en la recaudación del IVA doméstico e IVA importación, y la reducción de la economía está en las ventas de las empresas, y se reflejará en una menor facturación.
Agregó que probablemente la repercusión en las ventas durante mayo pudo ascender a unos Q6 mil millones.
Paredes, al igual que Medina Bermejo, señalan que el efecto de la brecha fue en abril, pero en mayo fue más importante.
El año pasado la brecha fiscal fue de Q1 mil 433 millones.
Convenios de pago
Díaz Reyes confirmó que desde la emergencia sanitaria los contribuyentes están utilizando mecanismo en el convenio de pagos, y otros han cumplido con sus obligaciones tributarias.
Confirmó que hasta la fecha se han suscrito convenios de pago con la intendencia de Recaudación por Q155 millones, que son alternativas para los contribuyentes.
Descartó de momento que exista una amnistía fiscal, pero más adelante podría analizarse una exoneración de multas a los contribuyentes.