Víctor Gómez, técnico de Sanarate, dice que el equipo afronta una de las peores crisis deportivas y económicas.
“Estoy esperando qué deciden —los directivos—, porque se debe conformar una comisión de contrataciones, pero deben hablar claro con los jugadores que se fueron”, dice Gómez.
De acuerdo con el entrenador el equipo, están en un momento de “sálvese quien pueda”, pues no hay planificaciones y los jugadores se han empezado a ir a otros clubes.
“El equipo es prácticamente un sálvense quien pueda y era lógico, porque nadie iba aguantar todo eso y se puede estructurar nuevamente el equipo es complicado, más no difícil”.
Sin nueve jugadores
Por la falta de pago, la Máquina ha perdido a nueve jugadores y la cantidad podría incrementarse si se confirma la contratación de su capitán, Tomas Castillo, al que pretenden equipos como Xelajú MC y el descendido Mixco.
El uruguayo Darío Silva jugará ahora en la Primera División, con Deportivo Mixco, mientras Wálter García y el colombiano William Zapata son los refuerzos de Guastatoya.
Cobán Imperial fue el que mejor supo aprovechar la crisis del equipo y se hizo de los servicios de César Calderón, el mexicano Juan Carlos Silva y el volante Pedro Altán.
Santa Lucía contrató a los defensas José Salazar y Kevin Ávila, además Kevin Arriola regresó a Antigua GFC, con el cual ya había militado.
El único jugador que queda de los 11 titulares es Kevyn Aguilar formado en las fuerzas básicas del equipo.
Difícil tarea
El primer paso para Sanarate será tener una nueva junta directiva que solvente los problemas económicos, como deudas, y luego formar un nuevo equipo para la próxima temporada.
En concepto de salarios no pagados, el monto supera el Q1 millón; aunque los jugadores ya han comunicado que están anuentes a llegar a un buen acuerdo para ambas partes.
Hasta el momento solo han cancelado el 40 por ciento de la cuota de febrero y cada día aumentan las demandas de jugadores, por impago.