FUERA DE LA CAJA

La comunicación en la nueva normalidad

La sociedad está evolucionando a patrones de comportamiento que aún no están definidos. Las personas nos vemos unas a otras preguntándonos cómo será la nueva normalidad. Pareciera que estamos en una fase de transición, por lo que no se puede aplicar el término “nueva” ni “normal”, porque aún hay costumbres y hábitos de consumo y de relaciones que están por definirse.

Los nuevos comportamientos aún están oscilantes entre el temor, la incertidumbre y la adaptación. Los códigos en general se encuentran de repente confrontados en su significación. Que si el saludo es de apretón de mano, beso y abrazo, o la sonrisa a media distancia; que si la plática en la merienda es mejor de dos en dos, y si ciertos paseos de fin de semana ya no podrán ser en familia; que si la interacción entre los amigos será por celular o por zoom, o que si las reuniones de trabajo se harán a cualquiera de las 24 horas que tiene el día.

Entonces, mientras no exista un método confiable de inmunización y en tanto este no cubra la mayor cantidad de personas, está en jaque nuestra forma de actuar, de resolver y hasta de pensar. De repente, el concepto de la sociedad en general está transitando al manejo de otros simbolismos como producto de un cambio abrupto en su kinésica —gestos y movimientos corporales— y en su proxémica —comunicación no verbal según el uso del espacio personal y la distancia que usamos al comunicarnos—.

' La sociedad está evolucionando a patrones de comportamiento que aún no están definidos.

Klara Campos

La nueva realidad presupone un patrón de uso intensivo de la tecnología como medio de interacción, socialización, conocimiento y entretenimiento. Sin embargo, el factor “todos conectados, todo el tiempo” también ha sacado a luz la necesidad de que la población cuente con puntos de referencia donde pueda saber si lo que está leyendo es cierto o no.

A pesar del incremento en el uso de redes sociales, celular y videoconferencias, este fenómeno escapa a más de dos millones de personas que no saben leer ni escribir en Guatemala; a más de cuatro millones que no usan celular, y a más de ocho millones que no tienen acceso regular a internet (según el último censo del INE, 2018).

El caos informativo generado por la pandemia abre la puerta para que existan liderazgos empresariales que apoyen a la sociedad a evolucionar con serenidad y lógica hacia el nuevo modelo. La “nueva normalidad” no es un retorno a “la normalidad de antes” ni es un desafío de cómo comunico en una normalidad que es nueva para mí. No es hacer lo mismo con las herramientas de siempre. Se trata de analizar con claridad qué lecciones nos dejó el pasado para innovar y aportar nuevas narrativas para los horizontes de corto, mediano y largo plazo.

Son tiempos de incertidumbre pero también de una gran oportunidad. Potenciar la comunicación transparente, honesta, solidaria y oportuna puede apoyar a sentar las bases de las nuevas formas de convivencia, conocimiento y comprensión de la sociedad y los diferentes grupos que la conforman. Puede ser una palanca importante para ver con claridad la próxima realidad y que esta emerja vigorosa, positiva y dispuesta a seguir adelante.

En este período de indecisión, la comunicación también se encuentra dimensionando su rol y su estilo. En la medida en que se comprendan mejor los nuevos signos y símbolos de la nueva realidad y estos se traduzcan en lenguaje comprensible para las audiencias, de manera proporcional aumentará la asertividad de los procesos de comunicación.

ESCRITO POR:
Klara Campos
Licenciada en Comunicación con maestrías en Estudios Estratégicos y Comunicación no Verbal. CEO de Klaro Comunicación, S. A. Asesora en comunicación 360°; en estrategia, medios y publicidad, y gestión de reputación y crisis.

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