Y aunque en redes sociales ayer trascendió que serían 11 facultativos los fallecidos, Jorge Luis Ranero, presidente del Colegio de Médicos, dijo que según la entidad son cuatro los que sucumbieron al covid-19, además de un auxiliar de enfermería en Malacatán en mayo pasado.
Ranero mencionó a Amelia Patricia Hernández Marroquín de Aguilar, César Augusto Marroquín Solórzano y José Alfredo Mollinedo Paniagua fallecieron por covid-19 y se habrían contagiado en los hospitales donde trabajaban.
Agregó que Hernández de Aguilar y el nefrólogo Mollinedo Paniagua trabajaban en diferentes sanatorios privados, donde se atendía a pacientes con coronavirus. Asimismo, Marroquín Solórzano ejercía en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
El cuarto médico fallecido por el virus es César Augusto De León López. Ya no ejercía la profesión y no tuvo contacto directo con infectados, pero se sospecha que su fuente de transmisión fue comunitaria.
En Malacatán, San Marcos, el 22 de mayo pasado se registró el deceso por covid-19 del auxiliar de enfermería Hugo Leonel De León Solís, de 53 años.
De León trabajó durante mucho tiempo en la sala de cirugía del Hospital Nacional de Malacatán, y fue el primer profesional sanitario que falleció por esa causa.
“Estamos consternados por el fallecimiento de los colegas. Si bien es cierto que no todos fallecieron por exposición directa con pacientes de covid-19, nuestra profesión deja en vulnerabilidad a los médicos”, se lamentó Ranero.
Por su parte, Carmen Elena Henry García, vocera del Comité ad hoc que representa a siete mil profesionales de la salud, dijo que esta situación es en buena parte responsabilidad del Ejecutivo.
“El señor presidente -Alejandro Giamattei-, tiene la potestad de proporcionar en un tronar de dedos, coloquialmente, como él se dirige al país, todo el equipo que necesitan los colegas y no estar perdiendo más vidas de personas importantísimas al frente de esta pandemia. ¿Qué va a pasar cuando la mayoría de los médicos estén contagiados? No sé quién va a atender y hacer frente a esta pandemia”, cuestionó.
“En el Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala insistimos en la exigencia de dotar de todo el equipo a los colegas y no solo para los médicos que atienden en hospitales temporales, sino a todos, porque la fase en que está la pandemia nos pone en riesgo”, demandó Ranero.
El profesional exhortó al personal médico a “no bajar la guardia, especialmente en los turnos de atención”, y enfatizó “que un descuido los deja en exposición”.
Además de los facultativos que han perdido la vida, el colegio de Médicos contabiliza 52 casos activos de profesionales infectados.
El pasado 2 de junio German Scheel, viceministro de Hospitales, informó que 35 médicos se contagiaron con covid-19 desde que comenzó el pico de casos.
Además, 32 enfermeros también resultaron infectados, así como 22 auxiliares de enfermería, cinco laboratoristas y 14 trabajadores de intendencia. En total, 108 sanitarios.
Esta semana se dio a conocer que el director del Hospital Roosevelt Marco Antonio Barrientos contrajo el virus, pero se encuentra estable.
Redistribución
Ante el desborde de pacientes en los hospitales temporales se han usado las instalaciones de los nacionales Roosevelt y San Juan de Dios, pero aun así ha sido insuficiente.
El Hospital Nacional de Amatitlán es uno de los que se alista para atender a infectados con el virus, ya que el 11 de junio último la dirección comunicó a su personal que debía prepararse para el efecto.
“Se llama a la consideración del esfuerzo y el profesionalismo de cada uno de los médicos que prestan servicios en el Hospital Nacional de Amatitlán en beneficio de los pacientes sintomáticos respiratorios, quienes necesitan hoy de nuestros conocimientos y ejercicio profesional”, expresó el director del hospital en la circular.
Ayer también se conoció que las cirugías en el Hospital San Juan de Dios quedaron suspendidas, porque faltan médicos y especialistas, algunos de los cuales se contagiaron o están en cuarentena.
Según Julio Lau, ginecóloco y oncólogo de ese hospital, desde que comenzó la crisis sanitaria ha disminuido el número de cirugías, entre ellas las que se consideran urgentes, como las de cáncer.
“Usualmente se necesitan entre dos y tres cirujanos, el anestesiólogo y dos asistentes de enfermería. No es que los médicos no queremos hacerlas o que el hospital no apoye, sino porque estamos perdiendo médicos, cada día más médicos se infectan.
Con información de Andrea Domínguez