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“En América Latina, donde la mayoría de los países aún luchan por contener infecciones, prevemos que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9.1% y un 10.5%, respectivamente, en 2020″, detallan los expertos del Fondo en la actualización de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales.
Estos pronósticos para Brasil y México son 3.8 y 3.9 puntos inferiores a lo anticipado hace tres meses, respectivamente.
Sin embargo, las perspectivas para el 2021 mejoran ligeramente para ambos países respecto a abril, ya que el FMI espera ahora que la economía brasileña avance un 3.6% y que la mexicana lo haga un 3.3%.
En un documento anexo, el Fondo también actualizó sus pronósticos para Argentina, cuya economía se reducirá en un 9.9% este año, 4.2 puntos más que hace tres meses, y crecerá un 3.9% en 2021, cinco décimas menos de lo anticipado en abril.
Argentina se encuentra en una situación de rescate financiero negociado con el FMI desde 2018 por una crisis económica que aún continúa y que se ha exacerbado con el nuevo coronavirus.
“Con la implacable propagación de la pandemia, las perspectivas de consecuencias negativas duraderas para los sustentos, la seguridad laboral y la desigualdad se han vuelto más desalentadoras”, justifica el Fondo en su análisis.
Por ese motivo, la institución con sede en Washington llama a los gobiernos nacionales a llevar a cabo políticas efectivas que ayuden a frenar el deterioro económico y preparar el escenario “para un proceso más rápido que beneficie a todos en la sociedad en todo el espectro de ingresos”.
Después de presentar hoy los datos generales, el FMI dará a conocer este viernes una radiografía más completa de la situación macroeconómica de Latinoamérica, cuando publique sus pronósticos para otros países de la región.
En su último estudio, en abril, el Fondo explicó que el territorio del sur del continente se verá afectado este año por el “aislamiento, bloqueo y cierres generalizados requeridos para frenar la propagación” del coronavirus, que está provocando un “grave efecto” en la actividad económica de todos los países latinoamericanos y a nivel mundial.
El FMI subrayó entonces que la prioridad “inmediata” era contener las consecuencias del brote del civid-19 con medidas como aumentar el gasto público en atención médica para fortalecer la capacidad y los recursos del sector sanitario.