“Mi entrenador me puso en las barras hasta que mis manos se rasgaron y sangraron. También ponían ‘AstroTurf’ debajo de las barras para quemarme los pies si no los mantenía arriba. Pero todos los demás pasan por eso y entonces crees que es normal”, asegura Mason.
La misma Lisa Mason afirma que hay muchas gimnastas que se mantienen en silencio para evitar algún tipo de represalia que puedan tomar los altos mandos y así se termine su sueño de competir en los Juegos Olímpicos.
“Estas acusaciones son impactantes y perturbadoras. No hay lugar en el deporte para actos de ‘bullying’ o abuso, y cualquier responsable de esas conductas debe rendir cuentas”, es la postura del UK Sport.
Otra de las atletas, señaló que fue encerrada en un armario y una tercera dijo haber sido golpeada con un palo.
Según informa el artículo del periódico británico, las gimnastas han comenzado a hablar inspiradas por el perturbador documental de Netflix Atleta A, que narra los abusos físicos, psicológicos y sexuales ocurridos en la Federación de Gimnasia de Estados Unidos.