Una de las características de ese tipo de langosta -Schistocerca piceifrons piciefrons Walker- es que se desplaza en grupos de millones de individuos, lo que la hace más letal para los cultivos, pues pueden destruir grandes extensiones en termino de horas, aseguran expertos.
“La voracidad de una langosta de dos gramos de peso (es que) consume diariamente entre el 70 y el 100% de su peso en material fresco. Es así que una manga con una densidad de 80 millones de individuos por km2 puede consumir unas cien toneladas de alimento verde por día”, advirtió el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), que el fin de semana último emitió una alerta regional ante la plaga.
En Guatemala
En La Cruces, Petén, agricultores aglutinados en la Cooperativa Agrícola Integral Las Cruces RL, aseguran que, desde el fin de semana recién pasado, grandes cantidades de insectos dañan sus cultivos de maíz y pastizales, por lo que temen que los daños se incrementen y su producción sea mermada.
Para Osman Montepeque, presidente de dicha cooperativa, la situación es alarmante, porque nunca se habían enfrentado a algo parecido, por lo que no saben qué hacer.
En tanto, autoridades del Ministerio de Agricultura aseguran que las langostas solo han afectado pastizales y que la etapa en la que se encuentra la plaga permite controlarla con insecticidas.
La langosta centroamericana, según un informe técnico del Oirsa, “es una especie de polífagas” que pueden afectar a más de 400 especies de plantas que les sirven como alimento.
Los países donde se podría “reactivar” el problema de la langosta son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, y Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga.
Oirsa destacó que “científicos especializados” pronostican que, por las condiciones ambientales y ciclos biológicos de la langosta centroamericana, existen altos riesgos de ocurrencia de brotes que podrían permanecer hasta 2022, con lo cual se podría “afectar enormemente la agricultura regional”.
Ecosistemas
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn), la conservación de los ecosistemas es clave para reducir el impacto de plagas.
“El mantener un ecosistema equilibrado y tampoco alterar la naturaleza ayuda a evitar que se generen plagas que dañan el ambiente y destruyen cultivos, lo que impacta negativamente en la población y la economía”, señala el Marn.
“La plaga de langosta que ha afectado el departamento de Petén es un claro ejemplo de lo que provoca la alteración del clima y el ecosistema, explicó Edwin García, coordinador Nacional del Marn.
Las autoridades agregan que con la aparición de la plaga de langostas se ha incrementado el uso desmedido de plaguicidas, que acaban con los depredadores naturales que combaten a esos insectos.