Los españoles han conocido en los últimos meses detalles sobre la gestión opaca de dinero entregado por Arabia Saudita al antiguo jefe de Estado, en particular US$100 millones que habría recibido secretamente en una cuenta en Suiza en 2008 y supuestas estructuras en paraísos fiscales para evadir impuestos.
Sus problemas no son nuevos. Empezaron con la investigación por corrupción contra su yerno Iñaki Urdangarin y su hija menor la infanta Cristina, que fue imputada el 7 de enero de 2014 por presunto fraude fiscal y blanqueo en el caso contra su esposo.
La noticia le llegaba en su peor momento. Aún convaleciente de su novena operación en menos de cuatro años, la víspera había dado al país una imagen muy alejada de lo habitual: un rey físicamente debilitado y balbuciente en la lectura de un corto discurso con motivo de un acto militar.
El monarca aparecía aún más cansado que aquel 18 de abril de 2012, cuando había dejado estupefacto al país al pronunciar ante las cámaras de televisión una disculpa histórica: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”.
Unos días antes había estallado la polémica por una cacería de elefantes en Botsuana, de donde tuvo que ser repatriado con una fractura de cadera, cuando estaba acompañado por su entonces amante, la alemana Corinna Larsen a la que el rey emérito le habría transferido 65 millones de euros como regalo, según revelaciones de la prensa.
Otra aparición televisiva 31 años atrás se había convertido en la cúspide de su reinado: el 23 de febrero de 1981, el joven monarca en uniforme militar ordenó a los oficiales sublevados que ocupaban el Congreso que volvieran a sus cuarteles, convirtiéndose en salvador de la joven democracia española.
¿Quién es Corinna Larsen?
Corinna Larsen, más conocida como Corinna zu Sayn-Wittgenstein, nació en Frankfurt, Alemania en 1964.
Estuvo casada con el empresario de origen británico Philip Adkins y tuvo a su primera hija Anastasia Adkins, en 1992.
Su segundo matrimonio fue con el alemán aristócrata Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, con el que tuvo a su hijo Alexander y período en el que obtuvo el título de princesa, el cual siguió usando pese a su divorcio en 2005.
El príncipe se casó con la modelo estadounidense Alana Bunte y Corinna Larsen dejó de ser princesa y de utilizar el apellido de la familia. Sin embrago, ella se opuso, a pesar de la insistencia de la familia Sayn-Wittgenstein-Sayn.
Sus vínculos con la realeza
Corinna Larsen ha sido una exitosa empresaria y consejera de grandes empresas e instituciones de la realeza. Debido a su vínculo empresarial, ha sido conocida por sus relaciones con la aristocracia europea y con los círculos millonarios del mundo.
Larsen alcanzó la popularidad debido a su amistad con el rey emérito, Juan Carlos I, y comenzó a figurar en las portadas de los medios internacionales desde el 2006.
Se mudó a Mónaco después de aceptar ser la asesora de la familia real y los representó en ciudades como París, California, Londres y Madrid, entre otras.
Otros negocios
- Trabajó como responsable de una agencia que organizaba safaris de lujo, como el de Botsuana en 2012, llamada Boss Sporting, filial de Boss & Co.
- En 2005 fundó Apollonia Associates Limited. una entidad encarga de proporcionar asesoramiento estratégico a empresas, organismos y gobiernos.
¿Por qué investigan a Corinna Larsen?
El lunes 27 de julio un juez español imputó a la empresaria alemana Corinna Larsen, amiga de rey emérito Juan Carlos de España, en la investigación de unas grabaciones en las que ella hablaba, supuestamente, de las cuentas bancarias en Suiza del anterior jefe del Estado.
El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón acordó reabrir este caso -archivado en 2018- y citó a Larsen el 8 de septiembre próximo para que declare por esas conversaciones con el excomisario de Policía español José Villarejo, que cumple actualmente prisión provisional como sospechoso de varios casos de corrupción.
También fueron llamados a declarar ese mes como imputados el propio Villajero, un socio de éste y el expresidente de la multinacional española Telefónica Juan Villalonga, según confirmaron a Efe fuentes jurídicas.
El juez, según argumenta, recibió los informes policiales con el análisis de los archivos de audio de Corinna Larsen encontrados en los domicilios de Villarejo y su socio y la solicitud de cooperación judicial remitida por la Fiscalía suiza en relación con estos hechos, que pedía la colaboración por la conexión entre ambas investigaciones.
La reapertura, explica el juez, pretende esclarecer la posible existencia de un encargo por parte de Larsen a Villarejo para obtener en España de datos de una persona, así como recabar todas las circunstancias que pudieron rodear este hecho, sin perjuicio de que ello pueda llevar a “otros tipos de infracciones”.
Los abogados de Larsen, en un comunicado divulgado posteriormente, consideraron “carentes de fundamento alguno” las imputaciones del juez ya que afirman que su cliente no contrató o discutió la contratación de Villarejo.
“Nuestra cliente defenderá enérgicamente sus derechos contra estas imputaciones, las cuales carecen de fundamento alguno”, han asegurado.
En una de las conversiones entre Villarejo y Larse, ésta expone sus inquietudes respecto a una asistente personal española que pudiera estar filtrando información sobre su vida privada.
Villarejo, tras recomendarle chequear sus llamadas y mensajes para saber con quién hablaba, le vendió sus servicios explicando que tenía los mejores especialistas del mundo.
En ese sentido, el juez considera que debe averiguarse si el encargo llegó a materializarse y si se abonó cantidad alguna por ello, lo que podría constituir delitos de cohecho activo y pasivo en los que podrían haber intervenido los investigados.
En esa conversación aluden a un tal “Juan”, que se cree que es Villalonga, como la persona que puso en contacto a Larsen con Villarejo y quien, según el excomisario, le dijo que tenía que defender a Corinna “a muerte”.
La amiga del rey le dio todos los datos personales de la asistente que le pidió Villarejo, y el excomisario se comprometió a conseguir datos sobre ella en el plazo de un mes.
A esta nueva investigación en la Audiencia Nacional se suma la que tiene abierta la Fiscalía del Tribunal Supremo español sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación a un consorcio español en 2011 del tren de alta velocidad Medina-La Meca (Arabia Saudí).
En Suiza, el fiscal Yves Bertossa investiga sobre una cuenta de una fundación panameña vinculada al rey emérito español en la que le fueron ingresados 65 millones de euros que después transfirió a otra de Corinna Larsen.