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Ante esta contestación, Rivera preguntó si sería para antes del 3 de noviembre, a lo que el mandatario respondió: “Creo que en algunos casos sí, posiblemente antes, pero justo hacia esa fecha”.
“Tenemos grandes compañías, fantásticas, estas son las mejores compañías del mundo”, dijo Trump, quien recordó que hay otros países en busca de una vacuna.
“Veamos cómo lo hacen. Estoy con ellos, quienquiera que consiga una”, aseguró.
En otro momento de la entrevista, Trump apuntó que su única intención es salvar vidas.
“Solo quiero salvar vidas, es decir, voy con prisa y estoy presionando a todo el mundo. Si hubiera otro presidente que no fuera yo estaríamos hablando de una vacuna durante dos años”, remarcó.
“La estoy impulsado de manera muy fuerte, y quiero impulsarla muy fuerte, y lo haré, pero no lo hago por los votos -siguió-, sino porque es lo correcto que hay que hacer”.
“Quiero salvar vidas, pero no me perjudicaría en elecciones”
Más tarde, en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia Ohio, donde, entre otros actos, iba a visitar una planta de la empresa de electrodomésticos Whirlpool, reiteró su optimismo sobre la vacuna.
“Soy optimista de que será probablemente sobre esa fecha. Creo que tendremos una vacuna antes de final de año, con certeza, pero sobre esa fecha, sí, creo que sí”, indicó.
Preguntado sobre si esto podría beneficiarle de cara a la lucha electoral frente al candidato virtual demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, el mandatario contestó: “No perjudicaría, no perjudicaría, pero no lo estoy haciendo por las elecciones. Lo quiero rápido, porque quiero salvar muchas vidas”.
Las declaraciones de Trump contrastan con las de funcionarios de su Administración que estiman que la vacuna podría estar lista hacia finales de año o a principios de 2021.
El epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, ha indicado que probablemente la vacuna no estará disponible de forma amplia para todos los estadounidenses hasta bien entrado 2021.
Una reelección complicada para Trump
La reelección se le ha complicado a Trump, debido a su gestión de las crisis sanitaria y económica derivadas de la pandemia.
De acuerdo al promedio de encuestas elaborado por la web Real Clear Politics, Biden supera a Trump en intención de voto con un 49.1 %, frente al 42.7% del presidente.
EE. UU. es el país más afectado del mundo por el coronavirus, con más de 4,8 millones de casos detectados y más de 158 mil 600 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
La pandemia ha provocado un deterioro económico sin precedentes, con el hundimiento de la economía a un ritmo anual del 32.9% en el segundo trimestre de 2020 y una caída del 9.5% frente a los tres primeros meses del año, los mayores descensos de este indicador desde que se tienen registros.
El índice de desempleo cerró junio en el 11.1%, después de haber arrancado el año en el 3.5%.
Antes de su marcha hacia Ohio, Trump adelantó en un tuit: “A la salida del Despacho Oval hacia Ohio, he notificado a mi personal que siga trabajando en una orden ejecutiva respecto al recorte de impuestos sobre las nóminas, protecciones de desahucios, extensiones de desempleo y opciones de pago de préstamos de estudiantes”.
Ronda de negociaciones para nuevo paquete de estímulo
El mandatario hizo este anuncio ante una nueva ronda de negociaciones este jueves en el Capitolio entre los demócratas, por un lado, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por otro, para lograr un nuevo paquete de estímulo.
Antes de la reunión, los demócratas y los republicanos se lanzaron acusaciones.
En una entrevista con el canal de televisión CNBC, la presidenta de la Cámara de Representantes, la progresista Nancy Pelosi, aseguró que la negativa de los republicanos a reconocer las necesidades es lo que se interpone para llegar a un acuerdo.
“A lo mejor los confunden con alguien a quien le importa (la situación). Ese es el problema, miren, el caso es que (los republicanos) no creen en la gobernanza”, dijo.
Las prestaciones al desempeño, el gran escollo
Los demócratas quieren que el Congreso apruebe un rescate de 3 billones de dólares que mantenga intacta la ayuda de US$600 semanales a los desempleados, mientras que los republicanos ofrecen 1 billón con una rebaja de la ayuda al desempleo a US$200 semanales.
El refuerzo de la ayuda al desempleo fue pactado dentro del plan de rescate fiscal de finales de marzo por un valor total de US$2.2 billones, el mayor de la historia del país, pero que se ha mostrado insuficiente ante la gravedad de la crisis.