El pasado 6 de agosto el Senado de Estados Unidos confirmó a William W. Popp como el nuevo embajador de su nación ante Guatemala. Es un diplomático de carrera, fue embajador en Brasil, también ha sido subdirector principal y oficial principal interino en el Consulado General de los Estados Unidos en Sao Paulo. También integró el Consejo Económico para la embajada estadounidense en Colombia, fue jefe adjunto de una misión interina en Kenia y ostentó la dirección de la Oficina de Política Económica Regional y Coordinación de Cumbres de los Asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado.
El diplomático consiguió el apoyo de los congresistas presentando un plan de trabajo destinado a combatir la corrupción, para ello anunció que está dispuesto a hacer uso de la ley Magnitsky, norma que emite serias sanciones económicas y de restricción a personas involucradas en grupos criminales.
La ley permite la cancelación de visas, congelar cuentas bancarias en dicho país y embargar bienes inmuebles. El exdiputado de FCN Nación, Julio Juárez, acusado por el asesinato de periodistas, recibió la sanción de esta ley, pero no es el único exfuncionario a quien se le revoco la visa, también figura la exvicepresidenta Roxana Baldetti y todo su núcleo familiar.
Aunque la lucha contra la corrupción es necesaria, según el punto de vista de expertos, existen otras áreas de problemas sociales en las que el próximo embajador, sin lugar a dudas, centrará su atención por los efectos directos que los mismos tienen en la económica y seguridad de Estados Unidos.
El politólogo Emilio Ruíz, integrante de la Asociación para la Investigación de los Estudios Sociales (Asies), resaltó que la migración y lucha contra el narcotráfico serán puntos clave para la gestión de Popp.
“Recordemos que Estados Unidos en el ámbito internacional no tiene amigos sino intereses, y eso aplica para todos los países. Guatemala es un foco de intereses porque es un paso de narcotráfico y es un país donde pasan también muchos migrantes, parte de la seguridad interna de Estados Unidos pasa necesariamente porque Guatemala puede evitar que pasen migrantes y que no pasen las drogas, entonces el interés va a estar en generar esas condiciones”, explicó.
Para el tema migratorio, Geidy de Mata, directora del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), añadió que la pandemia a causa del nuevo coronavirus podría incidir en un aumento de la migración porque se están agudizando los problemas existentes, no solamente en Guatemala, sino en la región centroamericana.
Fiscalización e independencia judicial
Verificar que las oficinas del Gobierno de Guatemala utilicen de manera correcta los recursos económicos que vienen de Estados Unidos es primordial, pero combatir la corrupción interna podría dejar como efecto que el Estado de Guatemala sea capaz de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y, quizás, ayude a mitigar la cantidad de personas que viajan de forma ilegal a ese país del norte.
La tarea no es fácil, sobre todo porque en ese proceso debe quedar marcada la línea entre fiscalización e independencia judicial. José Echeverría, integrante del Movimiento Cívico Nacional (MCN), resaltó que para que Popp cumpla con su deber debe entender cómo opera la política en Guatemala.
Echeverría explicó que será primordial ver cómo se maneja el futuro embajador ante posibles solicitudes que podrían buscar que interceda para solucionar disputas internas, como por ejempló la elección de Cortes del Organismo Judicial (OJ).
“Es un proceso de elección constitucional, es delicada la solicitud que algunos sectores puedan hacer de la intervención de Estados Unidos en el proceso de elección de uno de los poderes de Estado porque evidentemente la independencia judicial es tanto de entidades internacionales como independencia de entidades particulares, el gran reto es entender el contexto político de Guatemala en un momento tan complejo y tener apertura con diversos grupos y sectores para poder comprender”, señaló.
Otro factor que podría ser necesario para la lucha contra la corrupción es capacitar a entidades nacionales que permitan un mejor sistema judicial. “Siempre va a ser fundamental resolver el tema de justicia para mantener un orden social, que quienes ocupen estos cargos sean gente con capacidad, con trayectoria, con honorabilidad y que permita tener certeza para administrar la justicia y que, sobre todo, garantice la independencia judicial que es importante para el Estado de Guatemala”, refirió Mata.
Comercio binacional
Además de buscar soluciones en materia migratoria, la expectativa que mantiene el sector empresarial es que una buena gestión del próximo embajador podría traer oportunidades de negocios para Guatemala, que serían primordiales para tratar de mitigar los golpes que deja la crisis económica causada por el Covid–19.
“Parte de los retos es continuar un poco lo que ha sido el trabajo y apoyo por fortalecer la seguridad ciudadana, las condiciones para tener una mayor certeza jurídica y que eso sea también una oportunidad para traer inversión, para que también los lazos comerciales entre Guatemala y Estados Unidos se fortalezcan, dándole importancia también a los temas migratorios y seguir luchando contra el contrabando”, dijo Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala.