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Pamela Ruiz: “Están fomentando el miedo que ya se le tiene a las pandillas”

Experta en pandillas señala que se debe fortalecer el sistema de justicia y la prevención del delito.

En el operativo de traslado fueron utilizados helicópteros para tener una mejor visión aérea. Foto Prensa Libre: Mingob.

En el operativo de traslado fueron utilizados helicópteros para tener una mejor visión aérea. Foto Prensa Libre: Mingob.

Pamela Ruiz, experta en pandillas y hondureña radicada desde muy pequeña en Estados Unidos, explicó que calificar a las pandillas como terroristas no es la solución que necesita Guatemala para resolver el fenómeno y los delitos que conlleva como las extorsiones, por lo que las autoridades deben hacer un diagnóstico correcto para resolverlo.

Ruiz conoce de fondo y de forma a las pandillas en los países norte de Centroamérica porque hizo investigaciones sobre la evolución de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 con enfoque en homicidios, violencia y tráfico de drogas en Guatemala, El Salvador y Honduras.

—¿Cómo analiza el reciente traslado de cabecillas de la pandilla del Barrio 18 a diferente prisión?

—Yo cuestionaría el traslado de muchos pandilleros condenados a un centro preventivo, como el de zona 18. Legalmente no sé si es posible. Cuando vi que los estaban transfiriendo a diferentes cárceles para mí fue un poco preocupante, porque tal vez lo que va a pasar, dependiendo del nivel de seguridad o las condiciones de cada una de estas cárceles, es que existe el potencial riesgo de que los maten porque son los únicos 18 dentro de la cárcel, ya ha pasado antes en Guatemala.

También está la posibilidad de qué ellos recluten personas en esas prisión. Al final, cuestiono la estrategia de seguridad que tiene el Gobierno en este momento para dispérsalos en diferentes cárceles. En plena pandemia, ¿cómo creemos que van a estar moviendo a los privados de libertad? Primero de una cárcel a otra y luego a otra.

—¿Qué se sabe del Barrio 18?

—Tiene La Rueda del Barrio 18, el número cambia dependiendo de los jefes, pero después de la Rueda hay otro sector de cabecillas que también contribuyen a manejar la cárcel. En la cultura pandilleril, si quitan a La Rueda, y si es que los muchachos están organizados como dice el gobierno, los que quedan en segundo comando van a tomar las riendas de esos que se quedaron en la cárcel de Escuintla.

—¿Los pandilleros son terroristas?

—No. Para calificarlos como grupos terroristas deberían tener una ideología política o religiosa. Si el gobierno de Giammattei clasifica a las pandillas como terroristas las promociona a lo que eran las guerrillas durante el conflicto armado. Creo que la mayoría de los guatemaltecos estarían en desacuerdo con eso, las pandillas de ahora no son lo mismo que los guerrilleros, porque ellos tenían una ideología sobre qué querían para Guatemala. Las pandillas no tienen ideología de qué quieren o de que quieran gobernar el país. En cambio, sus intereses son la identidad de pandillero y su sentimiento de pertenencia.

—¿Se detendrían extorsiones y homicidios al declararlos terroristas?

—No. Cuando vi al personal del Sistema Penitenciario como rehén pensé: qué bueno que no los declararon terroristas porque técnicamente, cuando un gobierno clasifica a un grupo como terrorista, normalmente el Estado no puede negociar con ellos. Ahorita que las pandillas no están clasificadas así, el gobierno sí puede negociar para que liberen a los rehenes. Vi el vídeo de cuándo salieron los rehenes y mi primera observación fue que salieron sin uniforme. ¿Qué pasó con esos uniformes? Y si esos guardias traían armas ¿Dónde están? ¿Cómo confirmamos que los rehenes que salieron son del personal del Sistema Penitenciario?

La toma de rehenes nos debe indicar que esto no solo es para la seguridad y los derechos de los privados de libertad, sino que también del personal del Sistema Penitenciario, ese puesto es bastante estresante y riesgoso.

¿Cómo es que al personal tampoco se le está dando recursos para que mantengan la cárcel cómo debería ser? La Constitución de Guatemala indica que las cárceles tienen la responsabilidad de rehabilitar y resocializar a los reos. Entonces, si la institucionalidad no lo está haciendo, se podría decir que podría pasar lo que ocurrió en El Salvador, recibió una demanda por no hacer lo que le corresponde, reinsertar a los reos a la sociedad.

—¿Hay riesgo de que se irrespete la ley antipandillas al aprobarla?

—Creo que ahí es importante hacer la comparación con Honduras y El Salvador. En agosto de 2015, la Corte Suprema de El Salvador reclasifica a las pandillas como grupos terroristas y el problema de las pandillas no se ha resuelto. En el caso de Honduras, es de admirar la reforma del artículo 35 en el 2017, al penalizar un acto terrorista, por ejemplo, cuando incendian un bus porque no pagan la extorsión, eso es un acto terrorista porque el objeto es atemorizar a las personas para obligarlas a pagar.

—¿Los pandilleros causan los homicidios y extorsiones?

—Guatemala no necesita promover a las pandillas a la categoría de terrorista, tiene la Ley contra la Delincuencia Organizada y si se siguiera lo que dice tal vez se reducirían los homicidios y la extorsión. No se puede decir que las pandillas son las únicas contribuyendo en los homicidios y extorsiones, sabemos que hay varios actores que están haciendo estos crímenes. Lo que están haciendo es fomentar el miedo que ya se le tiene a las pandillas y es darle el estatus que ellos quieren, en vez de quitarle ese poder.

—¿Cómo evolucionan las pandillas?

—Son las políticas de seguridad que se implementan en Centroamérica. Por ejemplo, cuando se pasan las políticas de mano dura, en Guatemala fue el “Plan Escoba”, los pandilleros dejaron de usar tatuajes, cambiaron su vestimenta. ¿Si se clasifican como terroristas cuál es la evolución que vamos a ver? A veces creo que cuando implementamos las políticas de seguridad no se piensa en esta evolución, sino en resultados inmediatos que no han dado frutos en El Salvador ni Honduras. Para tener una solución al problema de las pandillas se tiene que hacer un diagnóstico correcto, y desarrollar políticas de seguridad adecuadas.

—¿Qué se necesita?

—Un sistema de justicia fortalecido y atender los factores de riesgo para las pandillas como la pobreza, la falta de oportunidades, la falta de educación; el lado preventivo casi nunca se menciona. No hay que confundir con que los policías necesitan más pistolas de alto calibre, eso no es fortalecer al sistema de justicia. Se necesitan investigaciones con la capacidad que tenía la Cicig y cárceles que funcionen, en las que no entren ilícitos.