Este año no habrá desfiles de estudiantes, tampoco actos cívicos masivos y no se verán a personas corriendo en las calles con una antorcha, la posibilidad de contagios del virus que causa el covid-19 fue el motivo de suspender esas actividades.
Los vendedores ambulantes en la Ciudad de Guatemala viven la debacle económica que les está causando la pandemia, pese al escaso fervor patrio intentan vender las banderas a los automovilistas en calles y avenidas.
Amílcar Gómez lleva siete años caminando por las calles de la ciudad como vendedor ambulante y cada septiembre ofrece estos artículos a los automovilistas.
“Este año bajó la venta de banderitas y pues la situación por el coronavirus afectó la economía. Hay poca gente que compra, no están muy animados con la fecha del 15 de septiembre, pero ni modo me toca vender”, relató Gómez.
En la Avenida la Reforma hay otros comerciantes vendiendo banderas y ofrecen los artículos.
Pese a la poca venta, Gómez camina entre los vehículos cuando el semáforo está en rojo, son 60 segundos en los que se juega su supervivencia, porque de ahí deberá sacar para su alimentación y vivienda.
En las aceras, Gómez espera el momento en que se detienen los vehículos y lo vuelve a intentar, confía en que la gente, pese a la pandemia, aún tendrá el ánimo de conmemorar la fecha.
Lucía López también ofrece las banderas, tiene de distintos tamaños y precios desde Q10 hasta Q30.
“La independencia es una fecha muy importante para los guatemaltecos y pese a la pandemia les ofrecemos las banderas porque la gente tiene la costumbre de colocar banderas afuera de su casa, en los carros y otros lugares. Yo aprovecho, aunque no es como otros años, está más baja la venta”, coincidió López.
Uno de los inconvenientes para los comerciantes durante la emergencia es que tienen pocas horas para trabajar, con las restricciones deben apresurase, señalan.