Prensa Libre hizo un recorrido y observó había aglomeración en que el espacio de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVE), la encargada de chequear que el pasajero con destino a Guatemala muestre el test de PCR negativo y de no más de 72 horas.
Aunque se respetaban los espacios no autorizados para sentarse, en las salas de abordaje también había aglomeración de pasajeros a la espera de tomar el avión.
Otro punto crítico fue la salida de pasajeros, donde las familias esperaban a su ser querido sin guardar la distancia social.
Mark Rogers, presidente de la Gremial de Operadores de Turismo, consideró que la jornada de hoy en la Aurora ha sido caótica en las áreas de migración, salas de abordaje y afuera de la terminal aérea. “El director de Aeronáutica -Francisc Argueta- ha mentido porque el aeropuerto no está listo o no tiene la capacidad para la reapertura, cuando tuvo seis meses para preparse”, criticó.
Argueta dijo que la reapertura del aeropuerto debe ser vista como una fiesta para Guatemala y pidió que los pasajeros y usuarios cumplan con los protocolos sanitarios.
Señaló que hay asuntos que se deberán afinar y mejorar conforme el flujo de pasajeros que llegue a Guatemala.
“No creo que el aeropuerto vuelva a estar vacío, sino uno vivo y atraer más turistas porque volar es seguro”, dijo el funcionario.
Durante la jornada llegaron a Guatemala vuelos desde Fort Lauderdale, Miami, Houston y Dallas.