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Señaló que no tiene fiebre, y que los exámenes de laboratorio que se le practicaron mostraron que su condición es estable.
El mandatario envió su mensaje portando una mascarilla negra e instalado en un escritorio de su casa, desde el cual dijo que sostuvo reuniones virtuales y revisó documentos oficiales, aunque se le vio fatigado.
“Siento como que me hubiera atropellado un tren”, expresó horas antes a una radio local.
Situación clínica
La médica Nancy Sandoval, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (Agei), dijo que lo observado hasta ahora sobre la enfermedad es que el 80 por ciento de las personas que se infecta son casos leves, y se recuperan sin tratamiento hospitalario, mientras que un 15 por ciento son moderados, y solo un 5 por ciento presenta complicaciones.
El mandatario reportó que su condición es leve y que como parte del tratamiento que toma ibuprofeno y paracetamol, cada ocho horas, además de dexametasona, por seis días, es nebulizado y así evitar complicaciones pulmonares. También debe guardar reposo durante unos 12 días, hasta estar seguros de que la enfermedad ha cedido.
A criterio de Sandoval, por tratarse de un caso leve el tratamiento es el apropiado y es importante revisar cada cuatro horas la saturación de oxígeno, así como la frecuencia cardiaca, temperatura y presión arterial.
La evidencia médica refiere que existen factores que pueden complicar el estado de un paciente. Ser mayor de 60 años, padecer enfermedades previas como hipertensión no controlada, problemas cardiacos o pulmonares, diabetes, sobrepeso u obesidad, que aumentan el riesgo de enfermar gravemente, requerir hospitalización y cuidados intensivos, o un respirador.
Sin embargo, la infectóloga Iris Cazali afirma que, si bien las personas con comorbilidades tienen mayor riesgo de tener un cuadro complicado de covid-19, eso no implica que sea una regla general.
“Él —Giammattei— es una persona trabajadora, está activo 24/7. Creo que esa es la parte que a él le será más difícil. Ojalá siga las indicaciones —médicas—, porque es importante que se recupere”, agregó Cazali.
¿Un paciente en riesgo?
Giammattei tiene 64 años, lo cual lo coloca entre la población con mayor riesgo de infectarse con el virus. De acuerdo con los protocolos que se siguen en el país, a los mayores de 60 años es a quienes se les tienen más medidas de protección.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indica que a medida que las personas envejecen aumenta el peligro de enfermarse gravemente de covid-19, aunque son las mayores de 85 las que tienen más complicaciones.
El 11 por ciento de casos del nuevo coronavirus en Guatemala son personas mayores de 60 años. En total,de este grupo etario se reportaban 9 mil 408 pacientes hasta el jueves recién pasado.
Se sabe que el presidente padece hipertensión. De acuerdo con el cardiólogo Rodolfo Rossino Grassi, estudios recientes revelan que, en sí, este no es un factor de riesgo para infectarse de covid-19, el problema se da en pacientes que no tienen la enfermedad controlada, lo que ocasiona que todo el organismo esté en situación de estrés y de alarma, y eso sí puede ser riesgoso.
El sobrepeso también es un factor que podría conllevar complicaciones, pero dado que el covid-19 es una enfermedad reciente, aún se estudian las razones por las cuales la infección afecta más a personas con esta condición.
El médico César López de la Vega, especialista de la Unidad de Cardiología del Hospital General de Enfermedades del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), publicó en el sitio web de la institución: “El covid-19 representa un peligro letal para las personas obesas ,debido a que tienen una mala función respiratoria, menos capacidad de ventilación pulmonar, y (…) compromete su sistema respiratorio, asociado con problemas cardiovasculares”.
Giammattei fue diagnosticado con esclerosis múltiple en su juventud, lo que afectó su capacidad para caminar. No se tiene certeza de si esta condición podría complicar el cuadro de coronavirus que se le diagnosticó.
Otro aspecto que no debe obviarse es que el presidente tiene un marcapasos, el cual se le colocó luego de que estuvo en prisión, en el 2010, debido a un cuadro severo de deshidratación que sufrió durante ese tiempo.
No hay evidencia científica que indique que esta condición puede complicar un caso de covid-19; sin embargo, hay que conocer cuál es la condición de base que llevó a que se le colocara el aparato, si fue derivado de una enfermedad cardiovascular, es un factor de riesgo al que se debe prestar atención, aseguran los médicos.
Con información de Douglas Cuevas
