Luis Mazariegos, director del OCC, dijo que las medidas de restricción, que empezaron en marzo y que terminaron recientemente, no frenaron el comercio ilícito, e incluso continúo al mismo nivel en los pasos fronterizos, donde se observaban traslados durante el toque de queda.
Mazariegos indicó que el maíz es uno de los productos de más alto contrabando en Guatemala, ocupando el tercer puesto, solo atrás de los aceites y de los abarrotes, que juntos, estos últimos dos rubros representan un 28 por ciento.
Por ejemplo, en el caso de las harinas nixtamalizada para tortillas subió un dos por ciento, sobre el 25 por ciento, estimado para ese producto.
Gustavo Rivas, directivo de la Asociación Nacional de Granos Básicos (Anagrab), coincidió con el aumento del OCC y agregó que los puntos por donde ingresa el grano ilícito se ubican en el paso fronterizo Nuevo Orizaba Ingenieros, en Petén y Huehuetenango, puntos en donde diariamente entran aproximadamente 50 vehículos, que transportan entre 600 y 800 quintales de maíz de contrabando.
Abraham Bueso, de la Asociación de Semilleros de Jocotán, aseguró que el grano mexicano ingresa constantemente, que un porcentaje mínimo viene con permisos, pero que el resto no tiene ningún control, además, consideró que el país produce suficiente grano para abastecer al mercado local, y este invierno está dejando buenos rendimientos.
Sin control de calidad
Rivas manifestó que existe una falta de voluntad por parte de los ministerios de Agricultura y Economía, quienes deberían de proponer soluciones e implementar garitas de control con el objetivo de cobrar un impuesto.
“No nos oponemos a que ingresen alimentos, sino que se vele por los controles de calidad y pago de impuestos” , expresó el directivo de Anagrab.
Añadió que el riesgo de contaminación es alto y si no existe una vigilancia pueden incrementarse los problemas de salud, como el cáncer, por el tema de las micotoxinas, que se refiere a sustancias tóxicas producidas por un hongo.
La proliferación de las micotoxinas se puede dar en el traslado del grano cuando se expone a temperaturas muy altas o húmedas.
El producto sale sano del campo, pero si en el traslado hay humedad, se moja el grano o el excesivo calor dispara la producción de hongos y se producen las micotoxinas, cuando llega a los centros de distribución este nivel es sumamente alto, porque esos hongos están presentes en el campo y depende de las condiciones así se propagan, explicó Rivas.
La distancia de los centros de producción de México hacia la frontera es larga y con condiciones climáticas adversas, incluso, la asociación detectó grano que viene de Estados Unidos, y la calidad es totalmente distinta, porque a ese grano ya le han quitado la fécula.
Incentivo y competitividad
En opinión de Rivas, el contrabando es difícil de erradicarlo, pero la solución está en brindar más incentivos al productor guatemalteco y brindar las herramientas necesarias para que se vuelva más competitivo.
En varias ocasiones los productores de granos básicos han planteado al Ministerio de Agricultura la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan la producción local.
Estudios de Anagrab indican que Guatemala tiene la capacidad de producir maíz y frijol para toda Centroamérica, pero no existe apoyo para el pequeño productor, y no necesariamente debe ser orientado hacia subsidios, afirmó Rivas, sino a facilitar recursos para poder producir, como mayor acceso a créditos, reducir el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la compra de insumos agrícolas, fomentar acceso a riego.
La producción en el sector comercial se encuentra entre 80 y 115 quintales por manzana y con esos rendimientos se podría alcanzar una producción entre 36 y 40 millones de quintales.
Identificación del grano
En septiembre pasado, pilotos de transporte de maíz paralizaron por tres días el envío del grano hacia centros de distribución en la ciudad capital por inconformidades de supuestos cobros ilegales que hacían autoridades al momento de revisar la carga, y al carecer de un documento de respaldo les imponían multas por temas de contrabando.
En total, 36 mil quintales no fueron trasladados durante los tres días de protestas y esto provocó que el quintal de maíz subiera y pasara de Q110 a Q137.50.
Para solucionar el problema se estableció una mesa de diálogo interinstitucional y llegaron a un acuerdo de dejar transitar a los pilotos.
Técnicos del Maga se comprometieron a agilizar las licencias sanitarias de transporte, y el Ministerio de Gobernación capacitará al personal de las comisarías de la Policía Nacional Civil instaladas en la ruta por la cual transitan los camiones, para que conozca el proceso de revisión de transporte de maíz amarillo, con base en un documento legalmente emitido.
El Maga informó que se determinó la ubicación geográfica y movilización de los vehículos que transportan maíz, con el fin de establecer el lugar de revisión e inspección de los transportes, habiéndose acordado la cabecera departamental de Alta Verapaz para tal efecto.
La fecha para realizar la inspección de los vehículos será programada a conveniencia de los transportistas, posterior al cumplimiento de los requisitos documentales.
Los transportistas de granos básicos son quienes deben pasar por la inspección, y no los productores de maíz, explicó el Ministerio de Agricultura.
La licencia sanitaria de transporte es un documento normado en el acuerdo gubernativo 72-2003, que está vigente desde esa fecha.
Los vehículos deben portar la licencia sanitaria de transporte emitida por la Dirección de Inocuidad del Maga, donde se genera el documento para posteriormente imprimirlo en papel seguridad de ese ministerio.