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El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha evidenciado que cuando se administró a ratas hembras al final de su período fértil, la hormona revirtió los precursores de la osteoporosis, como la reducción de la densidad ósea, la disminución de la fuerza de los huesos y la falta de sustancias que promueven la formación de huesos.
“Nuestra investigación se centra en la prevención de la osteoporosis primaria, por lo que investigamos los procesos fisiológicos que ocurren durante el período premenopáusico. En esta etapa de la vida de la mujer, se pueden tomar medidas para prevenir la fragilidad de los huesos y las fracturas, que conducen a una menor calidad de vida y pueden acortar la esperanza de vida”, explica una de las líderes de la investigación, Rita Menegati Dornelles.
Según la investigadora, los hitos hormonales importantes en la vida de una mujer son la pubertad y la perimenopausia, un período de transición que comienza algunos años antes de la menopausia, ya que los ovarios empiezan a producir menos estrógeno. Estos hitos marcan el comienzo y el final de la fertilidad, respectivamente.
En el estudio, los investigadores administraron dos dosis de oxitocina con 12 horas de diferencia a diez ratas hembra.
Tenían 18 meses de edad, una edad inusualmente avanzada para las ratas de laboratorio, que tienen una esperanza de vida media de tres años. En la mayoría de los experimentos ‘in vivo’ se trata de ratas jóvenes a las que se les ha practicado una ovariectomía, es decir, se les han extirpado los ovarios quirúrgicamente. En el estudio participaron ratas en “periestropausia”, considerada como el equivalente de la perimenopausia en los seres humanos, que estaban sometidas a un proceso natural de envejecimiento.
Treinta y cinco días después de administrar la oxitocina, los investigadores analizaron muestras de sangre y de tejido del cuello del fémur (la parte superior del fémur justo debajo de la articulación de la cadera y el lugar más común para una fractura de cadera), comparando los resultados con los de diez ratas hembra de 18 meses de edad a las que no se les administró la hormona.
No hubo pruebas de osteopenia (pérdida de densidad ósea) en los animales tratados con oxitocina, en contraste con el grupo de control. “Nuestros resultados demostraron que la oxitocina ayuda a modular el ciclo de remodelación ósea en ratas senescentes. Los animales que recibieron la hormona mostraron un aumento en los marcadores bioquímicos asociados con la renovación ósea y en la expresión de proteínas que apoyan la formación y mineralización del hueso”, apunta Dornelles.
El análisis de las muestras de sangre mostró un aumento de la actividad de los principales marcadores de formación ósea, como la fosfatasa alcalina. “Esta sustancia es producida por células osteogénicas y está asociada a la mineralización. También observamos una actividad reducida de la fosfatasa ácida resistente al tartrato, un marcador de la resorción ósea”, señala.
Las ratas tratadas con oxitocina tenían huesos más densos. “Encontramos que la región del cuello femoral era más fuerte y menos porosa. Su respuesta biomecánica de compresión era mejor, y tenía propiedades físico-químicas que garantizaban una mayor densidad”, concluye la científica.
La oxitocina es producida por el hipotálamo y liberada por la glándula pituitaria. Los científicos descubrieron a principios del siglo XX que su liberación está asociada principalmente con el parto y la lactancia. Estudios más recientes han demostrado que muchas otras células también secretan oxitocina.