BBC NEWS MUNDO

Los ingeniosos tutús del ballet que dirige el cubano Carlos Acosta para bailar en tiempos de coronavirus

El aclamado bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta regresa a los escenarios en vivo con un programa de ballet diseñado ingeniosamente para cumplir con las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.

Tanto los hombres como las mujeres del Birmingham Royal Ballet visten los espectaculares tutús.

Tanto los hombres como las mujeres del Birmingham Royal Ballet visten los espectaculares tutús.

Con su nuevo espectáculo Lazuli Sky el Birmingham Royal Ballet, la compañía que dirige el cubano que en su día fue la estrella principal del Royal Ballet de Londres, no solo se presentará ante un público reducido, sino que los bailarines usarán un vestuario que les permitirá cumplir con las normas de distanciamiento social.

Se trata de unos tutús —la faldilla tradicional de varias capas y mucho vuelo de las bailarinas clásicas— que tienen una circunferencia mucho más amplia para mantener a los bailarines separados.

Carlos Acosta
Jamie Parr
Carlos Acosta fue la estrella del Royal Ballet de Londres.

“Cuando empezamos (a diseñar la coreografía), queríamos tener una pieza en la que nadie se tocara, así que los bailarines vestirán estas estructuras alargadas, que no son estáticas sino que están en movimiento constante, creando diferentes formas y evocando la imaginación”, explicó Acosta sobre el vestuario en espiral.

Dutch National Ballet
Dutch National Ballet/G-Star RAW
El Ballet Nacional de los Países Bajos también ha incorporado en sus bailes unos tutús amplios.

A medida que la producción evolucionó, la compañía encontró maneras de trabajar en grupos “burbuja” para protegerse del contagio.

Pero aunque los bailarines que conforman cada uno de estos pueden ahora tocarse, decidieron mantener los tutús gigantes para reflejar una de las consecuencias de la pandemia.

Bailarines del Birmingham Royal Ballet
Tyrone Singleton
Los bailarines ensayaron en grupos “burbuja”.

“Son fantásticos en términos estéticos y registran el tiempo en el que vivimos”, añadió el artista.

Se inspiraron para el diseño en la moda de otra época asolada por las plagas.

Dibujo de una mujer con crinolina en el siglo XIX, bajándose con dificultad de un coche
Getty Images
Las faldas con crinolina permitían mantener el distaciamiento social en el siglo XIX.

En concreto, en las crinolinas o miriñaques, unas faldas muy amplias que usaban las mujeres acomodadas en el siglo XIX como barrera contra la infección de viruela y cólera, así como para protegerse de los hombres que quisieran tocarlas sin su consentimiento.

Ahora, en el nuevo espectáculo de la compañía dirigida por Acosta, que podrá verse en el teatro Sadler’s Well entre el 29 y el 31 de octubre y streaming desde todo el mundo entre el 1 y el 7 de noviembre (brb.org.uk), el movimiento de los bailarines estará sujeto a lo que los tutús de dos metros de diámetro les permitan hacer.