Esa ruta fue la que siguió en su mas reciente libro, un cuento para niños titulado La niña aburrida, una historia que surgió como una historia para sus hijas y que recientemente fue publicado.
“No es que diga quiero hacer un literatura infantil o juvenil o ahora quiero escribir una novela. Voy dejando que la ideas que tengo vayan definiendo eso. Para mí, como me funciona la creación es dejarla libre, no comenzar con la clasificación de lo que quiero hacer sino que eso venga después”, contó este domingo Rangel entrevista con Efe.
Añadió que la página en blanco es un reto al que él llega con ideas previamente registradas y que posteriormente va puliendo.
“Todos los días hay algo que me llama la atención, se me ocurre una historia, me llega un chispazo con el que digo: podría escribir sobre este tema o veo una situación en la calle que me detona una idea”, explicó.
Rangel (Ciudad de México, 1967), quien escribe sus ideas en libretas desde que tenía 15 años, dijo que en ocasiones las trabaja inmediatamente y a veces deja que “pase el tiempo, años o hasta décadas” y es cuando las revisa para ver si puede desarrollarlas.
“Me guío por la intuición y por cómo la creación se va gestando (…) A mí lo que me funciona es hacerle caso a mis ideas y no despreciar ninguna, no coartarlas, porque sino no les hago caso pienso que un día pueden desaparecer”, subrayó.
La niña aburrida
Rangel, quien tiene cuatro libros publicados: Crócknicas marcianas (2011), One Hit Wonder (2015), Cuba Stone (2016) y Los desesperados (2018), contó que todo lo que ha escrito ha sido de manera “muy natural, sin forzar nada”.
Relató que la idea del cuento para niños surgió hace algunos años cuando les contaba historias antes de dormir sus hijas, quienes fueron su principal motivación en este objetivo, pero también sus principales críticas.
“Cuando mis hijas eran más pequeñas antes de dormir les preguntaba: ‘¿cuento leído o inventado?'”, apuntó, y ellas casi siempre optaban por los inventados así que Joselo, como ocurre a veces en sus conciertos con Café Tacvba, tenía que improvisar.
Fue así como una noche surgió “La niña aburrida”, la historia de una menor que, cansada de jugar sola, buscó compañía en su reflejo frente al espejo y cuando estaba por darse la vuelta su igual del otro lado del espejo le sonrío y de un salto entró a la vida real.
“Cuando se me ocurrió esta historia, mis hijas estaban ahí y las tenía como primeras jueces. Cuando un cuento no les gustaba no se detenían y me decían ‘eso no me gustó’ y expresaban lo que pensaban y sentían”, contó Joselo.
Esas posibles críticas infantiles, Joselo las ha sorteado y lo ha comprobado por medio de redes sociales, donde amigos, conocidos y personas desconocidas le han compartido mediante fotografías y vídeos la experiencia de niños y niñas ante su libro.
“Me han dicho que les ha gustado y creo que eso indica que me ha ido bien. Al menos no me han juzgado ni atacado”, dijo convencido Rangel.
Además de las letras de Rangel, el libros contiene ilustraciones la diseñadora gráfica e ilustradora peruana Nori Kobayashi, quien un día cuando Café Tacvba visitó Perú le regaló a cada integrante un dibujo. Y tanto le gustó el suyo a Joselo que no dudo en invitarla a participar en el cuento, el primero en su carrera como escritor.
Kobayashi trabaja para diferentes editoriales como ilustradora para libros infantiles y es quien le otorgo una cuerpo y una figura a “La niña aburrida”.
Compartimos también una entrevista hecha por el canal literario Rainbook.