“En el suelo de Alta Verapaz predominan las rocas calizas, es decir carbonato de calcio calcita, la cual es susceptible a la disolución y erosión causada por las aguas superficiales, que transforman el relieve en el modelado karstico. Este se constituye por formaciones como cavernas, grutas y sumideros, en lo subterráneo, mientras que a nivel superficial hay dolinas, polges y uvalas.
En el caso de Campur es una dolina de unos 8 kilómetros cuadrados. Lo que está cubierto son unos 3 kilómetros”, explica la profesional. Debido a que no tienen drenaje superficial, es decir no hay ningún lecho de río y la filtración es lenta, la acumulación de agua registrada en esta población podría llevar varios meses en disminuir.
Acerca de las causas por las cuales se pobló este lugar sin conocer el riesgo de inundación, la geóloga explica que en el fondo de la dolina -que compara con una palangana o una piscina- se acumulan restos vegetales arrastrados desde las montañas, que fertilizan el suelo y lo cual lo hace muy atractivo para la agricultura y para los asentamientos humanos. “No es frecuente que ocurra una inundación, pero en noviembre la precipitación fue muchísima y toda el agua de las montañas buscó camino hasta llegar a un punto en donde no tenía drenaje y fue así como se llenó la parte más baja de Campur”.
No es el único caso de su tipo, pues refiere otro par de áreas pobladas en donde se acumuló el agua y continúan inundadas, hasta que la misma evaporación por el calor consuma el líquido.
Drama comunitario
Campur es una aldea de san Pedro Carchá que lleva varios años en el trámite de convertirse en municipio. Se convirtió en una inmensa mudanza colectiva debido a que los pobladores afectados empezaron a rescatar pertenencias para llevarlos a áreas mas altas. Un camplejo de canchas de futbol se convirtió en un centro de atención médica de campaña, en donde se han atendido desde contusiones hasta partos durante la emergencia.
Al empezar el descenso, se cruzan apenas dos calles del pueblo y en la tercera empieza la inundación. Hay casas cuya tierra de base se ha deslavado y algunas empiezan a derrumbarse.
En la parte más alta del pueblo está el cementerio, que está a salvo y es el lugar desde donde se logra ver la nueva y triste laguna en la cual están hundidos tantos sueños, años de trabajo y esfuerzo. Pero no solo eso, el área urbana más próxima para decenas de alteas montañosas era Campur, pero ahora, trámites, compras de abarrotes y hasta el sueño de ser municipio están en el fondo del agua.
