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“Mis 24 horas con Escobar”: las confesiones del hombre que preparó el cadáver del narcotraficante colombiano

Tanatólogo que preparó el cuerpo de Pablo Escobar antes de ser sepultado, en Colombia, hace revelaciones de ese momento.

El 2 de diciembre de 1993 murió el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. Agentes de la policía dieron de baja al líder del cartel de Medellín en el techo de una de sus residencias ubicada en el barrio Los Olivos, Medellín, Colombia.

Omar Carmona, tanatólogo y empleado funerario, fue el encargado de prepara el cuerpo de Pablo Escobar. Concedió una entrevista a la periodista María Arango para el programa televisivo Los Informantes, el pasado 30 de noviembre de 2020, a 27 años de la muerte de Escobar. En esta contó cómo fue preparar el cadáver del líder del cartel de Medellín.

Fue un 2 de diciembre del año 1993 cuando, tras años de persecución, nacional e internacional,  lograron ubicar al narcotraficante. Fuerzas de seguridad nacionales en conjunto con  la Oficina Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) coordinaron el operativo.

Sin embargo, también surgieron los rumores que aseguraban que Pablo Escobar se había suicidado, ya que él siempre dijo que nunca lo agarrarían vivo. Una de las hipótesis que, incluso, algunos de los familiares sostuvieron era que el narco se habría disparado en la cabeza. Pero esta aseveración fue descartada.  “Sin ser un experto en criminalística, en balística, cuando hay un tiro a quemarropa hay algo que se llama el tatuaje, el polvorín, Pablo no tenía eso”, aseguró el tanatólogo para la entrevista.

“De cúbito lateral derecho, con el brazo izquierdo sobre la cabeza y la mano debajo de la misma, la mano derecha sobre las tejas en semiflexión hacia el sur, con las piernas hacia el oriente, cruzadas, la derecha en semiflexión”, así fue recogido de la escena el cadáver del narcotraficante más famoso de la época, según la descripción oficial.

Después de culminar la preparación del cadáver, Carmona procedió a poner el cuerpo de Escobar en un féretro gris plomo y lo subió en un coche fúnebre que él mismo condujo fuera de las estaciones de Medicina Legal. Era el viernes 3 de diciembre. “Eso era una cosa increíble, cuando nosotros salimos, esa torre de energía estaba llena de gente, eso era un racimo humano ahí, mucha gente ovacionando a Pablo, aquí afuera”, dijo.

“Escobar gozaba de gran popularidad entre las clases pobres de Medellín por haber donado casas a los recicladores de basura y canchas deportivas a los jóvenes de los suburbios. Por eso, no resultaba extraño que muchos de los devotos que abarrotaron el cementerio corearan frases ofensivas contra las fuerzas de seguridad y el Gobierno de César Gaviria, hasta que un grupo de policías militares rodeó el féretro y aceleró los oficios fúnebres”, según constató un artículo del diario El País, de España. Su popularidad era tanta que fue la que lo impulsó a iniciar su carrera política.

Las autoridades calculan que unas 20 mil personas llegaron hasta el cementerio Jardines Montesacro. Se dijo, incluso, que en medio de la euforia, algunos de sus seguidores buscaban robar el cadáver para darle un último adiós en las calles que lo vieron crecer y junto a la gente que tanto ayudó.

Finalmente el cuerpo de Pablo Emilio Escobar Gaviria descendió y fue cubierto con tierra. Esas fueron las últimas escenas que Omar Carmona vivió durante las 24 horas que tuvo el cuerpo del criminal más peligroso del mundo.

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