Además:
Eat Just, que trabaja en esta idea de carne hecha crecer en laboratorio a partir de células animales, anunció que sus trozos de pollo habían sido autorizados a la venta por la agencia de seguridad alimentaria de la ciudad estado del sudeste asiático.
“Eat Just ha presentado una solicitud de verificación”, confirmó la agencia de seguridad alimentaria de Singapur este miércoles 2 de diciembre. Su producto “ha sido declarado apto para el consumo en las cantidades previstas y ha sido autorizado a la venta en Singapur como ingrediente de los ‘nuggets‘ Eat Just“, añadió la agencia.
Esto es “un avance para la industria alimentaria mundial”, destacó en un comunicado recibido el miércoles 2 de diciembre, cuando muchas empresas están buscando formas de producir carne con menor impacto ambiental.
“Estoy convencido de que la autorización de nuestra carne por la agencia reguladora será solo la primera en Singapur y en el resto del mundo”, confesó Josh Tetrick, cofundador y director de Eat Just.
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Eat Just ha declarado haber producido más de 20 lotes de carne de pollo artificial en biorreactores de 1 mil 200 litros antes de someter su producción a pruebas de calidad y seguridad.
El consumo de carne mundial aumentará de aquí a 2050 en un 70%, y la carne artificial podría pronto dar respuesta a una parte de la demanda, según esta empresa.
La ganadería intensiva dedicada al consumo de carne es una fuente de metano, un gas que favorece el efecto invernadero. En algunos países como Brasil este sector contribuye también a la tala de árboles, una barrera natural del calentamiento climático.
El desarrollo de alternativas a la carne sigue su curso pero los productos actualmente disponibles son a base de vegetales.
Decenas de empresas emergentes trabajan en proyectos de carne artificial en el mundo pero la producción hasta ahora era meramente experimental.
La carne de pollo será tan costosa como la de un restaurante caro
Si la carne de laboratorio había sido considerada durante mucho tiempo como demasiado costosa para poder hacer la competencia a la ganadería, Eat Just asegura haber hecho “progresos considerables” para reducir los costes.
“Desde su lanzamiento, tendremos un precio similar al de un pollo de un restaurante caro“, indicó un portavoz a la AFP.
“Este pollo de laboratorio será sin duda un producto de lujo en los próximos años”, según Eat Just.
Eat Just espera poder conseguir un precio inferior al del pollo clásico en los próximos años.
Singapur apoya la creación de empresas emergentes que desarrollen nuevas tecnologías agrícolas y alimentarias.
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Además, “importa más del 90% de su comida, no hay agricultura”, explica William Chen, un científico instalado en Singapur que asesora a la autoridad de regulación. Por lo que la seguridad alimentaria es una de las razones detrás de este esfuerzo, asegura Chen.
Vía la innovación Singapur espera poder producir por su cuenta al menos el 30% de sus necesidades nutricionales, indicó en un comunicado The Good Food Institute Asie Pacifique, organismo estadounidense que sostiene el desarrollo de proteínas industriales de síntesis.
“Cabe preguntarse si la comercialización rápida de estos productos es necesariamente lo mejor que se puede hacer”, ante la desconfianza que muchos consumidores pueden tener de estos productos, señalan desde IDTechEx.
“El menor problema de seguridad alimentaria sería una catástrofe para esta industria embrionaria”, advierten.