Revista D

Eliezer Suárez: Talento desde los tambores

Desde su adolescencia el venezolano ha dedicado su vida a la música, la cual le permitió conocer Guatemala y compartir escenario con diversos artistas. Su talento le valió un Latin Grammy en 2015.

“Cada vez hay más apoyo a los artistas en Guatemala. El público hace valer el esfuerzo y trabajo de la industria musical”. 
Eliezer Suárez, músico venezolano. (Foto cortesía).

“Cada vez hay más apoyo a los artistas en Guatemala. El público hace valer el esfuerzo y trabajo de la industria musical”. Eliezer Suárez, músico venezolano. (Foto cortesía).

La vida del venezolano Eliezer Suárez ha girado siempre alrededor de la música. Crecer en una familia que admira el talento musical y con un padre que se dedicaba a un conjunto de música folclórica fueron claves para su aptitud por el arte. Por ello, con estudios, práctica y diversos proyectos ha perfeccionado  su talento, al punto de ser considerado uno de los mejores percusionistas de Guatemala y ganar un Latin Grammy en el 2015.

Llegó a este país en el 2001, con el objetivo de acompañar en varios conciertos al saxofonista Ed Calle; sin embargo, se presentaron otros proyectos con artistas nacionales, por lo que su estadía se prolongó 19 años. En este tiempo “Chamo” Suárez, como es conocido en la industria musical, formó dos agrupaciones: Tijuana Love y Malembe.

¿Cuándo fue la primera vez que tocó un instrumento?

No recuerdo exactamente, creo que fueron las maracas. Cuando tenía 8 años mi papá tenía un conjunto de música folclórica venezolana, que se parece mucho a la música joropo. Esta es la música tradicional de Venezuela que se compone con instrumentos como el arpa, el cuatro -que es una guitarra pequeña- y maracas.

Entonces, comencé con las maracas, acompañando a mi papá. Así fue como me enamoré del ambiente, nació mi pasión por la música y el respeto por el escenario. Era el espacio en donde más cómodo me sentía porque, aunque compartía con personas más grandes, no me hacían de menos. Tuve la oportunidad de ver, desde pequeño, lo bonito que es estar en un escenario, también el que personas desconocidas me expresaran su admiración.

¿En qué momento comienza con su música propia?

A los 15 años tomé otro rumbo aparte de la música folclórica que me había enseñado mi papá y comencé a estudiar percusión y batería en Valencia, Venezuela. Descubrí la percusión y sus ritmos. Estudié otras facetas fuera de la música folclórica, por lo que me dediqué a estudiar tambores de diferentes culturas, como la afrocaribeña, asiática, africana, andina y otros ritmos latinos.

¿Cómo surge el gusto por la percusión, si la influencia familiar era lo folclórico?

Aprendí a tocar guitarra y piano, pero no tuve la paciencia para estudiarlos. Se me hizo más fácil generar ritmos; entonces, mejor me dediqué a esto que es mi pasión.

¿Cómo se puede definir la percusión?

La percusión es muy básica, es todo lo que puede hacer con cualquier elemento que produzca sonido y que se haga un ritmo. Puede ser desde la superficie de una mesa. En concreto, la percusión se aglomera con todos los tambores e instrumentos que se ejecutan con membranófonos, que se golpean y producen sonido, o con instrumentos que se pueden frotar.

¿Cómo surge el viaje a Guatemala?

Estaba en Venezuela haciendo varios proyectos musicales. En un concierto me vio Ariel García, productor musical de Guatemala, y le gustó mi trabajo. Platicamos, me comentó que haría varios conciertos con Ed Calle, saxofonista venezolano que reside en Miami, y me invitó a formar parte de la banda, como percusionista.

Una de mis hermanas vivía en Guatemala, entonces Ariel me dijo que podría ser una buena oportunidad para verla y conocer el país. El objetivo era hacer los conciertos y regresarme, pero estuve allá 19 años. En octubre pasado viajé a Estados Unidos para comenzar nuevos proyectos relacionados con mis dos bandas, Tijuana Love y Malembe.

 ¿Cómo lo recibió Guatemala?

Fue todo muy bonito. Al llegar conocí a varios músicos de la escena, como a Jacobo Nitsch, de Malacates Trébol Shop, con quien tuve el gusto de compartir en una banda que se formó para acompañar a la artista Martita Roca. Me comentó que tenía una banda, que necesitaban un percusionista, y estuve tres años.

En ese tiempo conocí a más bandas como El Tambor de la Tribu, Viento en Contra y empecé a darme a conocer.

En el 2015 ganó un Latin Grammy…

Sí. En el 2014, por medio de Ariel – productor guatemalteco-, formé parte de la banda que acompañó a Ed Calle en varios conciertos en Guatemala. Durante un ensayo, Ed Calle nos dijo que estaba grabando un disco y que quería que participáramos, así que lo hicimos. Grabamos dos canciones del disco y luego nos comentó que había inscrito el álbum en la Academia y que participaríamos en los Latin Grammy.

El músico venezolano recibió un Latin Grammy en el 2015 en la categoría Mejor Álbum Instrumental por su participación en el disco Dr. Ed Calle Presents Mamblue, de Ed Calle. (Foto Prensa Libre: Cortesía).

Como estábamos juntos en la gira nos íbamos enterando del proceso de inscripción, hasta que unos meses antes de la ceremonia nos dio la noticia de que el disco Dr. Ed Calle Presents Mamblue había sido aprobado y que estaba entre los nominados a la categoría Mejor Álbum Instrumental, junto a grandes artistas como Gustavo Santaolalla, Chick Corea Trio y Kenny G.

Para mi sorpresa, estaba de gira en Colombia con Tijuana Love cuando fue la ceremonia y el disco se llevó el premio. Fue una gran noticia, una bendición y orgullo para todos los que participamos. A partir de eso más personas me involucraron en proyectos musicales; tuve propuestas para grabar dentro y fuera de Guatemala.

¿Cuál es el cambio más notorio de la escena musical de Venezuela y Guatemala?

Cuando llegué a Guatemala pensé que tocaría más música latina o salsa, pero me encontré con que hay  más  influencia del rock latino y rock en español. Fueron pocas veces que hice acompañamiento en alguna agrupación de salsa o merengue, alguna vez estuve con Ensamble Latino, para cubrir a un percusionista que se enfermó.

Como artista, ¿cuál es el principal reto ahora que el mercado, en su mayoría, es digital?

Mantenerse vigente, generar contenido constantemente. El público puede consumir la música desde distintas plataformas, desde su teléfono o computadora y ya no es necesario que compren todo el disco para escuchar la canción que más les gustó. Entonces, hay que hacer producciones semanales o mensuales. Si se realiza un álbum, este tiene que estar bien plasmado en  las diferentes plataformas para que las personas, al buscarte, encuentren tu material.

Chamo Suárez se ha presentado en varios escenarios de Guatemala con sus agrupaciones: Tijuana Love y Malembe. (Foto Prensa Libre: cortesía).

Si la mayoría del mercado es digital, ¿el proceso para hacer música es más sencillo?

El mercado digital permite estar más presente en la música. Además, es bonito porque ya no se limita a solo un país; quienes están en otro continente pueden escuchar tus producciones. La base son las estrategias comerciales y el marketing que se pueda hacer para dar a conocer tu música. Usar bien las plataformas digitales para llegar al público que se desea es la clave para que el mercado digital sea exitoso.

¿Es más económico hacer música ahora?

Es relativo, porque ahora en vez de gastar en la grabación, así como se hacía antes,  se invierte en el marketing y herramientas para distribuir y posicionar de forma adecuada la música en las diferentes plataformas. Quizá hasta es más económico hacer un vídeo, ya no se necesita tanto dinero para hacer una buena producción audiovisual, pero sí necesitas ese dinero para posicionarlo en el mercado.

¿Cuáles son los retos para los jóvenes que quieren ser músicos?

Principalmente tener una buena canción desde el principio. Además, acudir a  las personas correctas para que te ayuden a posicionar el producto en el mercado, acercarse a aquellos que van a ayudar a que tu contenido se vea y se escuche más. Pero todo parte de tener un buen producto.

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