LA BUENA NOTICIA
Adviento, para permanecer en alerta
Estamos en el Adviento de un nuevo año litúrgico, que cierra el 2020 “un año fuertemente marcado por las sombras de tantas formas de sufrimiento y confusión”. (CEG, 27 nov. 2020).
' Estar alertas ante la crisis social y política provocada por quienes gobiernan.
Víctor Manuel Ruano
Las comunidades cristianas intentan vivirlo bajo el signo de una esperanza activa tan necesaria en estos tiempos de crisis por el covid-19, las tormentas tropicales y la presencia de gobiernos corruptos e incapaces, a quienes muchos ciudadanos rechazan y exigen su renuncia como lo vemos en las manifestaciones pacíficas de estos días en diversos puntos del país, especialmente en la ciudad capital donde llegan: la policía a reprimir, al modo de Donaldo Álvarez Ruiz y Chupina; infiltrados para deslegitimarlas; y un Ministerio Público que mantiene incólume su silencio cómplice.
Los obispos de Guatemala en un su último mensaje, titulado “Ven, Señor, y renueva todas las cosas”, recogen “el dolor” de muchísimos ciudadanos, al reconocer “sus sufrimientos y penas, sus sueños hechos pedazos por la pandemia, los desastres naturales y la pobreza creciente, el constante drama migratorio de la región”.
Junto a esta tragedia llaman la atención sobre “la lamentable y persistente corrupción administrativa, la creciente falta de confianza en las instituciones y sus funcionarios, el mal ejemplo de desinterés real” por el “buen vivir” de los guatemaltecos.
Este panorama negativo “suscita incertidumbre y desánimo al pensar en la dureza del futuro que espera a la mayoría de los jóvenes y los niños”. Sin embargo, no todo es mala noticia, pues en este tiempo se ha “contemplado también el testimonio de generosidad, de solidaridad y caridad cristiana de tantos hacia las muchas víctimas de las tormentas tropicales Eta e Iota y de la aún vigente emergencia sanitaria de la pandemia”.
En medio de esta dura realidad, los obispos reafirman sus “opciones pastorales” que expresan su “compromiso de profecía y servicio con un profundo espíritu de esperanza y solidaridad”. Es desde esta convicción que brota su “deseo de servicio a la vida, la verdad, la justicia y su fruto la paz”, que son “todas aquellas realidades que hacen parte del Reino del Dios que viene y hacen nuevas todas las cosas”.
Iniciamos el Adviento bajo la consigna de permanecer alertas ante la presencia del Señor que llega para liberarnos y salvarnos, de estar vigilantes como actitud básica del discípulo del Señor en tiempos difíciles y de grandes desafíos.
A los guatemaltecos se les llama a estar alertas ante la crisis social y política provocada por quienes gobiernan desde el ejecutivo, con el presidente y sus ministros; desde el legislativo, con más de un centenar de diputados impresentables; y desde el poder judicial, con jueces y magistrados puestos por mafias que secuestraron el Estado, por eso protectores de funcionarios corruptos y ladrones.
Urge una mejor clase política y un nuevo Estado capaz de invertir en el desarrollo humano y social de sus pueblos, de luchar contra la desnutrición de sus niños y niñas impulsando una alimentación saludable para la población, de generar trabajo digno y estable en todos los sectores, y de implantar una dinámica de tolerancia cero hacia la corrupción.