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“Es una población que no podemos dejar de atender, covid o no covid necesitan atención, si no lo hacemos estos pacientes puede tener consecuencias serias”, dice el médico Marco Antonio Barrientos, director de la institución.
Debido a la condición en la que llegan muchos han sido ingresados al hospital para darles tratamiento, por tal motivo los servicios del área interna están llenos. Además, se ha recibido a enfermos de los departamentos, principalmente con problemas hematooncológicos.
Los departamentos de Cirugía, Traumatología y Ortopedia también están saturados, pues la cantidad de personas con lesiones por accidentes de tránsito, así como con heridas causadas por armas de fuego o arma blanca, ha incrementado en las últimas semanas.
El aumento de pacientes comenzó a darse cuando se levantaron las restricciones de movilidad en el país, pues durante los cuatro meses del confinamiento se atendió en el Hospital Roosevelt a 1 mil 850 emergencias no covid, lo que cambió semanas después. Ahora hay menos temor de acercarse a los servicios de Salud, eso también suma.
La saturación de los servicios por enfermedades crónicas y accidentes compromete la asistencia a pacientes con covid-19, que nuevamente comienzan a llenar las salas que fueron acondicionadas para la atención de la emergencia sanitaria. En los últimos días hay más personas ingresadas en situación moderada y severa.
“Los servicios están llenos y lamentablemente varios de los pacientes que han venido y que hemos tenido que atender sobre la marcha nos han dado positivo a covid, el riego de contaminación al personal y a otros pacientes es grande”, agrega Barrientos.
El panorama no es alentador con relación a la pandemia, el reciente informe de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid) muestra que las salas de intensivo de los hospitales temporales comienzan a saturarse, y los siguientes en la lista son hospitales de referencia como el Roosevelt y el San Juan de Dios.