Serrano no dudó y reunió dinero, junto con algunos amigos, para comprar víveres y juguetes.
Después de más de una hora de camino, Serrano llegó a una lejana aldea ubicada en San Pedro Ayampuc, donde en una calle sin pavimentar, una casa con una construcción improvisada que el año pasado se quemó, con carencias de agua y luz y con un solo ambiente sirve de dormitorio, cocina y comedor a la familia de Nancy.
“Estoy muy feliz por recibir esto; no me lo esperaba esta Navidad. Mil gracias. No tengo palabras cómo decir lo que en realidad siento”, dijo emocionada Suret Soyos.
“Esperemos que las cositas que le llevamos le sean útiles”, aseguró Serrano, e instó a ayudar a los demás.
“No solo tienen que ser los 21 días, debe ser toda la vida, porque hay mucha gente con necesidad. Ayudemos, aunque sea un poquito”, dijo.