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En una carta a la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, Pence declinó recurrir a este mecanismo, que autoriza al vicepresidente, con apoyo del gabinete, a apartar del poder al presidente por considerarlo no apto para ejercer el cargo.
“No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés de nuestra nación o sea consistente con nuestra Constitución”, escribió Pence, justo antes de una votación en la Cámara Baja de una resolución exhortándolo a apelar a la 25ª Enmienda.
El rechazo de Pence garantiza que la Cámara de Representantes examine el miércoles la acusación contra Trump por “incitación a la insurrección”.
Los demócratas acusan a Trump de animar a sus seguidores, durante un acto el 6 de enero, a irrumpir en el Congreso para oponerse a la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
La invasión del Capitolio dejó cinco muertos y conmocionó al país.
Dos veces
El presidente número 45 podría convertirse así en el primero en la historia del país en ser sometido dos veces a un “impeachment”.
Con el respaldo de los demócratas y de algunos republicanos, se espera que la acusación contra Trump se apruebe fácilmente en la Cámara Baja.
El martes por la noche, Liz Cheney, una de las líderes de la minoría republicana de la Cámara de Representantes e hija del exvicepresidente Dick Cheney anunció que votaría por el juicio político.
Es la primera vez desde la renuncia del presidente republicano Richard Nixon en 1974 que un líder del propio partido del mandatario respalda un juicio político en su contra.
También dijeron que votarán a favor los congresistas republicanos John Katko y Adam Kinzinger.
Aun así, es incierto el desenlace del juicio en el Senado, donde para condenar a Trump es necesaria una mayoría de dos tercios.
Según el New York Times y CNN, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, aliado clave de Trump los últimos cuatro años, ve con buenos ojos un “impeachment” porque podría librar al partido de Trump, a quien culpó por dos derrotas en la segunda vuelta de elecciones senatoriales hace una semana en Georgia, tras las cuales los republicanos perderán la mayoría en la Cámara Alta.
Ningún republicano de la Cámara de Representantes votó para acusar a Trump en diciembre de 2019 y solo un senador del partido, Mitt Romney, votó para condenarlo. El presidente fue absuelto entonces de haber retenido ayuda económica para forzar a Ucrania a investigar presunta corrupción de su rival político Biden.
“Totalmente ridículo”
Cuando faltan ocho días para terminar su mandato, Trump optó el martes por un tono combativo, asegurando que no será destituido.
“Ahora es el momento de que nuestra nación se recupere y es el momento de la paz y la calma”, dijo en Alamo, Texas, en contraste con su virulento discurso antes del asalto al Capitolio.
Al salir de Washington, Trump había calificado de “totalmente ridículo” el juicio político que impulsan los demócratas, afirmando que generó “una ira inmensa” en todo Estados Unidos.
Trump no asumió ninguna responsabilidad por la asonada, asegurando que su discurso fue “totalmente apropiado” y denunciando el “error catastrófico” de las redes sociales que le suspendieron su cuenta.
En Texas, el presidente celebró el muro en la frontera con México.
“Cumplí mis promesas”, dijo, en alusión a la barrera de 725 kilómetros (450 millas) erigida en la frontera común de 3.200 km.
Sin embargo, el “gran, magnífico” muro prometido por Trump en 2016 no se completó. Del total finalizado, solo unos 20 km han sido construidos en zonas en las que antes no existía ninguna barrera física. El resto corresponde a mejoras o refuerzos de barreras existentes.
Y México nunca pagó por el muro, como había prometido Trump.
“Quiero agradecerle por su amistad y su relación profesional de trabajo”, dijo Trump sobre su homólogo mexicano, el “gran caballero” Andrés Manuel López Obrador, al destacar su apoyo en el control de la frontera común.
Condena de los generales
Los principales generales de Estados Unidos condenaron el ataque al Capitolio en un mensaje a las tropas.
“La revuelta violenta (…) fue un asalto directo al Congreso de Estados Unidos, al edificio del Capitolio y a nuestro proceso constitucional”, según un memorando firmado por los ocho miembros del Estado Mayor Conjunto, encabezados por su jefe, el general Mark Milley.
“Los derechos a la libertad de expresión y reunión no le dan a nadie el derecho a recurrir a la violencia, la sedición y la insurrección”, dijeron.
El Pentágono desplegará hasta 15 mil efectivos de la Guardia Nacional para la investidura de Biden el 20 de enero, en medio de temores de nuevas manifestaciones de violencia.
El Departamento de Justicia dijo que espera cientos de inculpaciones contra personas involucradas en el ataque al Congreso, algunas por cargos de sedición y conspiración.