Tarifa no social
Los nuevos precios para los usuarios de la tarifa no social de la Distribuidora de Electricidad de Occidente, S.A. (Deocsa) serán de Q1.99 por kilovatio hora al mes (kWh), y para los de la Distribuidora de Electricidad de Oriente, S.A. (Deorsa) la tarifa será de Q1.86.
En ambas distribuidoras el incremento es de alrededor de Q0.03.
En la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA) se fijó en Q1.30, con alza de menos de Q0.01.
La variación a esas tarifas no sociales, que se aplican al 6% de usuarios del país, son de entre 0.4% al 1.5%, agregó la CNEE.
Las alzas son similares a las que se registraron en el trimestre de noviembre del 2020 a enero del 2021, con respecto del trimestre anterior a ese.
Tarifa Social
Los usuarios de la Tarifa Social también tendrán leves aumentos.
En Deocsa la nueva tarifa es de Q1.86 por kilovatio hora al mes, y en Deorsa, de Q1.77. En ambas entidades el alza también ronda los Q0.03 por kWh.
En la EEGSA subió menos de QQ.01 y estará en Q1.21.
Este segmento incluye a los clientes que consumen desde 1 hasta 300 kWh al mes.
La Tarifa Social se aplica a unos 2.8 millones de familias guatemaltecas, equivalente al 94% de total de usuarios del país, en este caso las alzas son de entre el 0.4% y 1.5%.
El Instituto Nacional de Electrificación (Inde) informó que mantendrá el subsidio igual al que rige desde septiembre del 2020, en el que cada usuario que consume de 1 a 60 kilovatios hora al mes (kWh) solo pagará Q0.50 por cada kilovatio, el resto es subsidiado.
Quienes consuman de 61 a 88 kWh al mes pagarán Q0.81 por kW.
Las variables que influyen
Entre las variables que han incidido en el comportamiento de los costos de generación de energía y en las tarifas están el tipo de cambio del quetzal respecto de dólar, el aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el alza en los combustibles, refirió el presidente de la CNEE, Rodrigo Fernández.
Los costos que se toman como base para las tarifas de este período son los que corresponden al trimestre de octubre a diciembre de 2020, explica el regulador.
El tipo de cambio del quetzal frente al dólar de Estados Unidos mostró estabilidad por varios meses y tuvo un crecimiento pronunciado en el trimestre de en mención, añadió la CNEE.
El tipo de cambio estuvo entre Q7.71 y Q7.79 en el plazo de julio a septiembre y entre Q7.79 y Q7.81 por un dólar de octubre a diciembre. La razón por la que este dato influye es porque los costos de compras de energía y potencia en el mercado eléctrico nacional son valorizados en dólares, por lo que cualquier variación en el tipo de cambio tiene incidencia en dichos costos que son trasladados a tarifas, las cuales son pagadas por la población usuaria en quetzales, se informa en el boletín.
El IPC tuvo un repunte importante, de 5% pasando a alrededor de 141.8 en marzo del 2020 a 148.6 en diciembre, añadió la Comisión.
Este incide en los costos de la prestación del servicio de distribución, impacta el precio de los factores productivos de la economía nacional dentro de los cuales está el servicio eléctrico, se añadió.
El precio de los combustibles también influyó según el regulador. El período analizado es de ciclo de compras bajas de generación de energía con recursos no renovables, principalmente por temas de estacionalidad de lluvias.
Sin embargo, este componente tiene una participación dentro de la matriz de generación y en el último semestre del 2020 se pudo observar una tendencia inicial a la estabilización y luego a leves incrementos en los precios internacionales del carbón y del gas natural, que son los combustibles principales utilizados en la parte del parque de generación térmico que utiliza recursos no renovables.
La generación con hidroeléctricas se mantuvo alta debido a que se registró un invierno copioso, pero en noviembre 12 plantas dejaron de operar por unos días debido al aumento de los caudales de los ríos derivado de las tormentas Eta e Iota. En enero, tres de estas aún no han entrado a aportar de nuevo generación al sistema.
La demanda de energía subió en los últimos meses del 2020 por la reapertura de actividades luego de las restricciones implementadas por el Gobierno para detener la propagación del coronavirus. Estas incluyeron suspensión de operaciones de industrias, comercios, servicios y centros educativos.