Los agentes que acudieron al lugar de los hechos el viernes reaccionaron esposando a la niña y, al no lograr meterla en un coche de patrulla, usaron gas pimienta, según vídeos de las cámaras que los policías llevan en el traje, publicados el domingo por las fuerzas del orden.
Aseguran que tuvieron que actuar así para garantizar la seguridad de la niña.
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La alcaldesa de Rochester, la afroestadounidense Lovely Warren, condenó el uso de la fuerza contra los niños y prometió una investigación interna sobre las prácticas de los policías de la ciudad.
“Tengo un niño de 10 años. Es un niño, es un bebé. Como madre, este vídeo no es algo que una quiere ver”, dijo el domingo durante una rueda de prensa.
Es la segunda vez en un año que policías de Rochester son acusados de actos violentos contra ciudadanos negros. En marzo murió Daniel Prude, que había entrado en coma a raíz de su detención.
La policía le había puesto una capucha de tela en la cabeza después de que él escupiera a los agentes y afirmara que tenía el coronavirus.
La muerte de Prude, que también sufría una crisis mental en el momento de su arresto, provocó una investigación y manifestaciones multitudinarias.
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