“Este hospital se inaugura como el número cinco -para la atención pacientes con coronavirus- en menos de seis meses. Esto es algo que ningún gobierno había logrado. Es un día de nunca olvidar”, exclamó Miguel Martínez, director del desaparecido Centro de Gobierno (CG), el 2 de septiembre, día que se inauguró el nosocomio.
El festejo por la inauguración se vio aplacado en las próximas semanas, ya que se presentaron problemas con el suministro de energía eléctrica, drenajes y el pozo de agua. Por esta razón, aunque la cinta inicial se cortó el 2 de septiembre, no fue sino hasta un mes después que empezó a recibir pacientes.
Al momento de su puesta en marcha, el sanatorio disponía de 160 camas para pacientes moderados y 24 para graves. Pero para el nueve de febrero pasado solo contaba con 118 camas para moderados y siete para enfermos críticos. Esto representa una disminución de 59 camas en cinco meses, según consta en información pública del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
Al ser consultado sobre esto, el director del Hospital de Escuintla, Ever Enrique Joachín, que también está a cargo del de Santa Lucía Cotzumalguapa, explicó que hay varias camas en el área de pediatría que no se pueden utilizar por falta de unas bombas de vacío y un compresor de aire. Aproximadamente, son 40 las que están inhabilitadas por la carencia de estos insumos, informó.
“Ahorita no se tienen los recursos para poder adquirirla. En algún momento, estos insumos iban a entrar como donación, pero al final no se dio”, comentó el funcionario.
Reducción presupuestaria
Joachín dijo que hubo una reducción al presupuesto del hospital, aunque no pudo precisar a cuánto asciende en este momento. Tampoco fue posible obtener este dato a través de comunicación social del MSPAS.
En el Sistema de Gestión del Ministerio de Finanzas (Minfin) el hospital tiene el espacio presupuestario que se proyectó el año pasado, de Q98.3 millones. Sin embargo, no existe constancia de cuánto es el monto con que dispone actualmente.
Para diciembre de 2020, los cinco hospitales temporales para covid-19 reportaban recortes en sus presupuestos de Q202.6 millones. El que tuvo la disminución más drástica fue el de Santa Lucía Cotzumalguapa, que para ese mes tenía un presupuesto vigente de Q35 millones 766 mil 596, es decir, Q62 millones 547 mil 257 menos de lo que se proyectó en un inicio.
Aunado a ello no contaba con el personal médico suficiente, ya que de diez que requería solo tenía contratado 30, según verificaciones de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Zulma Calderón, defensora de la salud de la PDH, considera que el funcionamiento de los hospitales temporales fue deficiente porque no se tuvo claridad de cuáles eran los recursos con los que contaban para operar.
“En algún momento los hospitales temporales tuvieron el presupuesto para echar a andar las camas, pero nunca tuvieron al personal completo. Aunado a ello tuvieron una reducción presupuestaria con el argumento que las compras se centralizarían, pero continúan con déficit de personal, con deficiencias para abastecerse de equipo, medicamentos e insumos de laboratorios”, dijo Calderón.
Donaciones
Para la puesta en marcha del Hospital de Santa Lucía Cotzumalguapa se contó con donaciones de equipo y mobiliario valoradas en Q7.64 millones de la Asociación de Azucareros de Guatemala, según comunicados públicos.
También se donó un terreno por parte del Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar, con medidas de 9 mil 987 metros cuadrados con un valor estimado de Q2 millones 258 mil 727.20.
Al respecto, uno de los cuestionamientos de Calderón es que las autoridades del MSPAS no han visibilizado cuánto fue donado y cuánto invirtió el Estado en la implementación de estos centros asistenciales.
De parte Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, se refirió que era el MSPAS el que debía rendir cuentas por las donaciones e inversión. Sin embargo, de la cartera de salud indicaron que las gestiones estuvieron a cargo de CG. El exdirector de este último, Miguel Martínez, refirió a Conred como la responsable del registro de donaciones.
Auditoría a CG
A solicitud de diputados de la bancada Winaq, la Contraloría General de Cuentas (CGC) inició una auditoría de la comisión de CG para determinar cuál fue su participación en la recepción de donaciones.
José Ramírez, Crespín, subcontralor del gasto público, indicó que esta se encuentra en marcha, por lo que aún no hay resultados.