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Viceministerio del Deporte y la Recreación: los señalamientos de clientelismo y corrupción de las últimas gestiones
El último que dirigió el Viceministerio del Deporte y la Recreación Dependencia fue el exdirector financiero de Salud, señalado de comprar pruebas falsas de covid-19.
Vista del parque deportivo del Barrio Gerona, uno de los cuatro que administra el Ministerio de Cultura y Deportes. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
El Viceministerio del Deporte y la Recreación del Ministerio de Cultura y Deportes ha sido una las dependencias que con el pasar los años ha acumulado más señalamientos por malos manejos de fondos que, incluso, ha hecho que varios casos lleguen a los tribunales.
A esa institución, como viceministro, había llegado el pasado 13 de enero Ronaldo Estrada Rivera quien antes fue gerente administrativo financiero del Ministerio de Salud y que supuestamente está relacionado con una compra fraudulenta de 30 mil pruebas de covid-19 que producen resultados inválidos y por las cuales el Estado pagó Q7.35 millones.
Estrada Rivera no fue separado del cargo después de la denuncia, fue él quien solicitó un “permiso” de dos meses a raíz de los hechos. Antes de retirarse afirmó que goza de la confianza del ministro de Cultura, Felipe Aguilar, y la del presidente Alejandro Giammattei.
Pero qué hace el viceministerio que era dirigido por Estrada.
En esencia, su función es desarrollar programas y proyectos deportivos y recreativos y masificarlos a toda la población. Sin embargo, con esta justificación, el viceministerio del Deporte y la Recreación con el paso de los años ha reducido estas funciones a comprar artículos deportivos y recreativo con el fin de obsequiarlos.
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Recursos no le hacen falta. El artículo 91 de la Constitución Política ordena que el deporte recreativo debe recibir una asignación no menor a la cuarta parte del tres por ciento del presupuesto general de ingresos ordinarios del Estado.
Así, en los últimos 10 años, a esa dependencia se le han asignado presupuestos que suman nada menos que Q2 mil 104 millones, un 38% más que a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, y 40% más que a la Dirección de las Artes.
A través del tiempo muchos sectores involucrados en estos dos ámbitos —cultura y artes— han exigido un redireccionamiento del presupuesto del Ministerio de Cultura y Deportes para que se les destine a estos rubros más recursos; puesto que, entre otras responsabilidades, están a cargo de la conservación de los sitios arqueológicos del país, así como de las escuelas y el desarrollo de las artes.
Sin embargo, lo cierto es que esto solo puede ocurrir mediante una reforma constitucional. En otras palabras, el viceministerio del Deporte y la Recreación seguirá recibiendo millonarios recursos.
Corrupción y clientelismo
De esa forma, la institución se ha caracterizado porque compra para obsequiar zapatos deportivos, balones, mochilas y cualquier otro implemento deportivo. Varias de esas adquisiciones han sido señaladas de sobrevaloración y de que se entregan justo en tiempos de campaña electoral.
El sitio Guatecompras registra que, en 10 años, el cuestionado viceministerio ha hecho ese tipo de compras por arriba de los Q66.6 millones.
Por aparte, los casos de corrupción también han florecidos en esa dependencia.
Los más recientes revelados el año pasado por la Fiscalía contra la Corrupción del Ministerio Público (MP), involucran por lo menos a 14 personas, entre ellas un viceministro del Deporte y la Recreación, mientras que el exministro Elder Suchité, aún continúa prófugo.
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La Fiscalía sostiene que entre 2018 y 2019 operó en el Ministerio una red que se dedicó a cobrar sobornos, efectuó nombramientos ilegales e incurrió en fraude.
En detalle, se favoreció la contratación de un sobrino del exministro Suchité, se compraron alimentos por Q347 mil para unos juegos deportivos que nunca se llevaron a cabo y se adjudicaron contratos fraudulentos para el mantenimiento de cachas deportivas.
En otro caso, el MP reveló en el 2016 que durante la administración del Partido Patriota se adjudicaron contratos anómalos a la empresa Grupo Escorpión para que brindara seguridad en las canchas deportivas a cargo del viceministerio. Dicha compañía estaba relacionada con Miguel Ángel Martinez, quien fue subsecretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad en ese mismo gobierno.
En el 2015, el MP también dio a conocer un caso de corrupción por la contratación anómala de juegos mecánicos y la supuesta compra irregular de implementos deportivos sin que se evidenciara su recepción. El contrato de la feria era por Q16 millones. Por el caso fue involucrado el exministro Carlos Batzín.
En el 2013 también se denunció el caso de la contratación anómala por el alquiler de toros mecánicos e inflables, alimentos e implementos deportivos por un monto de Q850 mil.
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Sin experiencia
Al frente del viceministerio del Deporte y la Recreación han desfilado personajes cuya especialidad no es precisamente la administración pública.
De esa cuenta han sido nombrados viceministros desde presentadores de televisión como Mónica Monge y Francisco Mendía, hasta deportistas profesionales como la exciclista María Dolores Molina.
El comunicador Carlos Sandoval también fue viceministro durante unos meses en la actual administración hasta que renunció en noviembre pasado. En su experiencia destaca que por muchos años fue vocero de la comuna capitalina y luego paso a ser secretario de Comunicación Social de la Presidencia.
Situación recurrente
Marvin Flores, analista de Acción Ciudadana, dijo que los malos manejos de recursos dentro del Ministerio de Cultura y Deportes “lamentablemente han sido reiterativos y recurrentes durante las últimas administraciones de gobierno”, lo cual hace que los recursos que tiene para inversión esa carretera muchas veces se desperdicien.
“La poca inversión que hace ese Ministerio se ha visto empañada y oscurecida por malos manejos, comprando productos de baja calidad o a empresas que tienen vínculos con funcionarios públicos”, subrayó el analista.
Agregó que de no hacerse cambios sustantivos en la forma como se maneja esa dependencia “lamentablemente la situación va a continuar igual” ya que “el Ministerio está bien visto como una institución para otorgar plazas y para el pago de favores políticos”.
Postura
El viceministro de Cultura Cristhian Calderón aseguró que, para garantizar que la institución no sea una entidad donde se coloque a personal solo por pago de favores políticos, el año pasado el Ministerio solicitó a la Oficina Nacional del Servicio Cívico (Onsec) una auditoría “para mejorar el control y eficacia del personal y de los servicios contratados”.
Dicho procedimiento lo completó la Onsec en noviembre pasado.
“Además, el personal que presta servicios debe enviar informes mensuales del cumplimiento de los objetivos establecidos, bajo el renglón de su contratación”, precisó el funcionario.
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