En el índice, que recopila la información del 2020, Guatemala quedó con 47.71 puntos, mientras que en el 2019 fue de 48.60.
Con esos datos, el país bajó cuatro puestos a nivel global en un año, ya que en el 2020 se ubicó en la casilla 72 de 94 países evaluados a nivel global y en el 2019 estuvo en la 68, según el analista de Fundesa Jorge Benavides.
En la clasificación latinoamericana bajó un puesto, ya que en el 2020 ocupa el lugar 16 de 18 países de Latinoamérica, en el 2019 estuvo en la 15.
Desde 2009, Guatemala no muestra una ruta clara de avance y a partir de ese año se nota una tendencia al estancamiento –e incluso a la baja– en la evaluación general del país en aquellos rubros que debieran ser foco de la atención y el abordaje del Gobierno de Guatemala, expuso Benavides.
Pilares de desarrollo
Los ejes analizados se refieren a reducir vulnerabilidades (servicios públicos, acceso a salud, educación, temprano, seguridad, entorno ambiental, vivienda) que ayudan a las personas en las primeras etapas de la vida (48.4 puntos); crear oportunidades relacionadas con el desarrollo económico, etapa académica formativa, acceso a empleo, clima de negocios y otros (que tuvo la mejor puntuación con 57.4), así como el eje de Fortalecer las instituciones (con el peor desempeño de los tres con 37.2).
Guatemala se encuentra en el grupo de países con un nivel medio de desarrollo, según el informe. Sin embargo, el analista de Fundesa agregó que, aunque se esté mejor economía, se muestra más vulnerabilidad y débil institucionalidad y la tarea pendiente es fortalecer las instituciones, por lo que expuso la importancia de trabajar en los tres ejes.
Benavides explicó que parte del problema en el país es la falta de continuidad de las acciones para corregir esas debilidades o rezagos y cada gobierno cambia el rumbo de lo que se venía implementando.
Para salir de esta situación y lograr mejora en todos los ejes se requieren el trabajo de cinco gobiernos consecutivos, es decir 20 años, agregó.
El objetivo es “no descuidar en lo que estamos bien, y corregir lo que tenemos mal”, comentó.
Se refiere a los diferentes ejes a trabajar de esta forma, “generar crecimiento económico para aumentar el ingreso per cápita no será suficiente si el objetivo es una mejor calidad de vida para todos los guatemaltecos”.
Recomienda trabajar en procesos de desarrollo que sean sostenibles en el tiempo, que ayuden a cubrir las necesidades de la población durante el ciclo de vida de cada persona, que el Estado tenga un rol primordial en la facilitación de condiciones que propicien la reducción de vulnerabilidades y en la creación de oportunidades para el fortalecimiento de las instituciones de Guatemala.
Efecto de la debilidad de las instituciones
Respecto al fortalecimiento de instituciones, a las variables relacionadas con la participación política, gobernabilidad, construcción del tejido social, descentralización, transparencia, y solidez normativa de largo plazo.
Se debe poner más atención en la elección de funcionarios, ya sea por elecciones populares, elecciones en entidades, designación de funcionarios y otros, por lo que es necesario reformar la Ley Electoral de Partidos Políticos, elección de las Cortes u otros funcionarios delegados.
Benavides expuso que “aunque es sumamente importante poner atención en la reducción de vulnerabilidades y creación de oportunidades, la débil institucionalidad no solamente se refleja en un desarrollo global que ha venido cayendo en los últimos 10 años, sino que indirectamente es responsable de la caída en el desarrollo social y limita un mayor crecimiento en el desarrollo económico”.
Temas urgentes a trabajar
- Respecto a las vulnerabilidades: La caída se debe a que con la actualización de los Censos de Población y de Vivienda, se evidenciaron las carencias en vivienda, en servicios domiciliares principalmente agua entubada, saneamiento y tratamiento de basura y en cuidado de los ecosistemas. No se puede dejar atrás el tema de educación y alfabetización, entre otros.
- En creación de oportunidades: la falta de inversión y mantenimiento de la infraestructura vial y portuaria, así como la baja capacitación y formalidad del mercado laboral
- Debilidad de las instituciones: se debe atender el problema de la corrupción, confianza en el Gobierno, falta de cultura y participación política, y poca previsibilidad de política pública.
Qué señalan otros indicadores
- El Índice de Estados Frágiles señala como retos para el país el contar con un Estado mucho más cercano a las demandas de la ciudadanía, lo cual se puede lograr con la efectividad en el uso de fondos públicos y rendición de cuentas a toda la sociedad. Además, la generación de confianza que pueda respaldar la legitimidad de las autoridades.
- Por aparte el Índice de Democracia identifica que la participación y la cultura política son los aspectos con mayor retraso en Guatemala, esta situación se lograría revertir al impulsar procesos más democráticos en la formación de partidos políticos, la elección de delegados y el financiamiento de los mismos.
- Respecto al Índice de Percepción de Corrupción, la organización destaca como retos el pago de favores derivado de campañas políticas, la deficiente calidad del servicio civil, la ausencia de continuidad y visión de largo plazo, así como la falta de fondos, políticas y normas que viabilicen el trabajo de las instituciones de control.