Que se registren más homicidios en el país es una alerta, al tener en cuenta que se había mantenido una tendencia a la baja de crímenes violentos desde 2010 y el año pasado, en medio de las restricciones por la pandemia, se alcanzó una tasa récord de 15 homicidios por cada 100 mil habitantes, según lo confirman las cifras de varias organizaciones especializadas en el análisis de la violencia homicida en el país y la Policía Nacional Civil.
Esa reducción de homicidios fue un logro destacado en el informe del primer año del gobierno de Alejandro Giammattei, quien durante su discurso de presentación del mismo señaló que era la cifra más baja desde 1986.
Este año la tendencia cambió. Por ejemplo, en enero se registraron 263 homicidios, que corresponde a 52 mujeres y 211 hombres, es decir siete personas en promedio murieron de forma violenta durante el primer mes del año, mientras que el año pasado se reportaron 257, seis casos menos, según el reporte estadístico publicado por la Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Seguridad.
Mientras que en febrero pasado los homicidios fueron 199, siete más que en el mismo mes del 2020, según el conteo de la PNC.
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El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), también refleja en enero 354 homicidios, un alza de 39 casos más que en el 2020. Lo mismo sucede en febrero pasado, cuando se registraron 274 casos de violencia homicida, 12 más que el año pasado.
El informe sobre violencia homicida en Guatemala, con datos correspondientes a enero, efectuado por la organización Diálogos, también aborda el problema del incremento de violencia y señala los 10 municipios con mayor tasa interanual de homicidios para ambos sexos por cada 100 mil habitantes fueron: Jeréz, Jutiapa; Tiquisate, La Democracia, y Nueva Concepción, Escuintla; Teculután, Zacapa; Morales, Puerto Barrios y Los Amates, en Izabal y Concepción Las Minas y Camotán, en Chiquimula.
Nery Benito Hernández, subdirector general de Investigación Criminal de la PNC, explicó que en materia reactiva de investigación criminal ya se coordinan acciones en conjunto con el Ministerio Público y dependen de tramites de dictámenes, análisis y peritajes para que los casos se puedan operativizar.
“Como subdirección tenemos un plan general para investigar los casos en todos los fenómenos delictivos, excepto narcoactividad. Realizamos todos los procedimientos de investigación para informar al Ministerio Público” señala.
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Benito indica que existen muchas causales del leve aumento de homicidios. Entre los análisis de la PNC se estableció que debido a la pandemia el desempleo aumentaría y por lo tanto generaría detonantes en la violencia.
“El problema de la pandemia es el principal factor, según nuestros estudios que desarrollamos el año pasado, que se proyectaban a partir de la apertura del país y eso ha tenido un leve incremento en el tema de la incidencia”, afirma.
Carlos Mendoza, coordinador del Observatorio de Violencia Homicida de Diálogos, explicó que, pese a que cada dependencia lleva un conteo distinto de los hechos, todos coinciden en el alza de sucesos.
“Después de que llegamos al mínimo de violencia durante las semanas más estrictas de restricciones a la movilidad (…) en la medida en que se iba liberando de nuevo la movilidad, los patrones de violencia empezaron a subir a sus niveles normales. Lo preocupante es que vimos que diciembre prácticamente había empatado a diciembre de 2019. El problema es que enero y febrero de 2021 superaron a enero y febrero de 2020 con ambas fuentes, es decir Inacif y PNC. No nos queda duda del problema”, señaló Mendoza.
Preocupan femicidios
Los femicidios también ocupan un espacio de análisis porque en el 2020 esta forma de violencia se convirtió en la segunda causa de muertes violentas, con un 27% de incidencia.
Antes del 2020 las muertes violentas de mujeres correspondían en un 25% a asesinatos y 20% eran femicidios. ¿Qué sucedió? El análisis del Cien indica que posiblemente la pandemia causó una reducción de la delincuencia general y esto pudo incrementar las cifras de femicidios.
Entre las variables que contempla el análisis del Cien está que las condenas por femicidios son escasas. Los registros estadísticos señalan que desde el 2008, cuando se creó el delito, se han registrado 2 mil 315 casos y durante el mismo período de tiempo se han logrado solo 597 condenas.
De esta cuenta, Guatemala sigue teniendo un alto número de muertes violentas de mujeres, a razón del 15% de los casos totales, mientras que el continente americano tiene un promedio de 11%.
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El subdirector de Investigación Criminal, Nery Benito Hernández, mientras tanto explicó que siguen fortaleciendo sus investigaciones y estas responden a la búsqueda de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas, así como también apoyan la integración de los modelos recién inaugurados que dan atención a esta población.
“La PNC a través de sus unidades especializadas ha adquirido experiencia en el desarrollo de estas actividades, y cada unidad que investiga casos de alertas Alba — Keneth, Isabel Claudina, delitos sexuales y contra la vida tienen un protocolo actualizado para el buen desempeño de sus funciones”, dijo.
Ayer, en una citación en el Congreso, varios diputados pidieron a Carlos García, viceministro de Prevención de la Violencia y del Delito que el tema de la violencia contra la mujer sea llevado a la Comisión Nacional para la Prevención de la Violencia y el Delito para su análisis e intervención. Además, que den a conocer las acciones que van a implementar para bajar los indicadores de estos delitos que hasta ayer en la cita legislativa no estaban definidos.