En la actualidad, este programa está integrado por 58 personas, dentro de las que se encuentran jóvenes con Síndrome de Down, discapacidad auditiva, polio, problemas del habla, discapacidad intelectual leve, Síndrome de Williams, autismo, problemas de aprendizaje, Asperger, Distrofia muscular y capacidad intelectual limítrofe.
“Este programa nace hace 29 años, con el propósito de poder apoyar a chicos que tienen condiciones diferentes, para poder tener esa inclusión en el mundo laboral, poder apoyarles con la oportunidad de un empleo, donde se puedan desempeñar y puedan desarrollar sus habilidades y aporten a la sociedad y a sus familias”, indicó Diana Escalante, consultora de recursos humanos de McDonald’s
El proceso inicia cuando el padre o madre se acerca a las oficinas de McDonald’s, llenan una solicitud, se le programa una entrevista y después realizan la prueba en el restaurante, para ver como se desenvuelve, como reaccionan con los clientes y si siguen órdenes, si pasan la prueba se les contrata con las mismas condiciones de trabajo que tienen todos los colaboradores de esta empresa.
“Me he sentido feliz por estar trabajando, me gusta limpiar los azafates y trapear. Me levanto a las 5 de la mañana para poder estar a tiempo en el restaurante que se ubica en el Boulverd Liberación. Me gusta estar trabajando”, expresó Diego Cruz de 29 años lleva 3 años trabajando en McDonald’s
Por medio de este proyecto, McDonald’s favorece la integración de estas personas, con un plan que les permite una oportunidad de trabajo digno, en un ambiente laboral alegre y respetuoso, donde mejores su calidad de vida, mientras pueden contribuir con el desarrollo del país.
“Me siento orgullosa y agradecida con Dios y con la vida, por las oportunidades que da McDonald’s no solo a mi hijo, sino a el resto de chicos con capacidades diferentes, realmente es una empresa que da el ejemplo de una verdadera inclusión laboral, ojalá se sumaran otras empresas grandes”, comentó Goldi de Cruz, mamá de Diego.
Para conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down, los colaboradores de este restaurante de comida rápida portaron pulseras con los colores que representan a esta causa. Verde, que representa la esperanza de oportunidades, rojo, que significa amor por las personas y el amarillo, que identifica a este síndrome.
“Me siento contento y feliz, porque esto me hace un joven muy especial, me abrieron las puertas para poder apoyarlos y ayudarlos. Me encargo de hacer papas y hash brown”, dijo Erick Morataya de 22 años.