URBANISMO Y SOCIEDAD
Las pandemias en la historia urbana en Guatemala
La OMS ha tardado en denominar “pandemia” al brote de coronavirus. La clave está en la geografía y la cantidad de afectados en cada continente, en los asentamientos o barrios informales. La OMS calificó como pandemia tras multiplicarse por 13 el número de casos fuera de China y triplicarse el número de países afectados que hace referencia a la propagación mundial de una nueva enfermedad. Donde la vacuna sería una salida con la cual tuve la oportunidad de ser vacunado y salir de la amenaza, por ahora. Todo está ligado al plan de vacunación a nivel mundial con numerosos ciudadanos vacunados.
Dado que los suministros vacunales son limitados, se recomienda dar prioridad a los trabajadores de la salud en riesgo elevado de exposición y a las personas mayores, en particular las que tienen 70 años o más. Tal como se aplicó en Guatemala.
' MSPAS hace llamado a reforzar las medidas preventivas para evitar el coronavirus.
Alfonso Yurrita Cuesta
La Unión Europea recibió luz verde para el uso del preparado AstraZeneca para el 7/4/2021. El plan convocó a expertos externos en varias especialidades médicas. Entre ellos, hematólogos, neurólogos y epidemiólogos, que debatieron aspectos específicos de los casos detectados. El objetivo es identificar factores de riesgo y datos adicionales para caracterizar los eventos observados y definir un riesgo potencial, en caso de que exista. La pandemia, especialmente en asentamientos urbanos y áreas rurales en situación de pobreza y pobreza extrema, son fuente de contagio.
En la historia las pandemias han ocasionado transformaciones en las sociedades cambiando la dinámica social urbana, en un proceso complejo de intercambio entre personas, actividades, medioambiente, intereses, culturas, poderes, poderes, deberes y derechos. Los primeros problemas de salud urbana fueron inherentes a un hacinamiento producido en sus inicios por la forma rápida y descontrolada de su crecimiento, con enfermedades transmitidas por animales, como por roedores y otras plagas, que transporta viviendo en condiciones insalubres debido a aguas residuales, desechos, a exposición de contaminantes o de aves infectadas por virus extraños.
Siempre ha habido una relación entre la salud y el lugar en el que se habita. El proceso de industrialización y el desarrollo producido en los pasados siglos han llevado a un importante crecimiento de los núcleos urbanos y de la población donde habita como de las migraciones y emigraciones transportadoras de virus de diferente tipo que encuentran en su transitar.
Así tenemos la otra cara de lo urbano, donde Guatemala, un país con problemas sísmicos, de seguridad y violencia por el narco describe una corrupción totalmente enquistada en el sistema y advierte de la “captura y cooptación del Estado” por parte de grupos de poder que buscan perpetuar el statu quo de la “impunidad”, las maras, asentamientos sin planificación, falta de inclusión social, vulnerabilidad a los desastres naturales y pocas oportunidades económicas y de competitividad, se suman los efectos de la crisis desatada por la pandemia covid-19… por lo que “los US$4 mil millones del gobierno de Biden no van a cambiar la realidad del Triángulo Norte”.
Como conclusión, ¿qué pasa si no se tiene agua corriente? ¿Cómo mantener la higiene si no tienen lavabo propio? ¿Cómo salir a la calle si no tienen hielera para almacenar alimentos? ¿Cómo mantener distancias si comparten habitación seis miembros de una sola familia? Esta es la triste realidad de la pobreza en Guatemala en un mundo pandémico de personas viviendo y trasladándose en las peores condiciones,