Kibbe cumplía condena por haber violado y estrangulado a siete mujeres entre los 70 y 80.
Su caso es recordado porque interceptaba a sus víctimas en la autopista interestatal 5, por lo cual se conoce como “El estrangulador de la I-5”.
Sin embargo, un día de febrero de 2021, Kibbe recibió en su celda a Budrow en una prisión de California.
A través de una carta, Budrow confesó el crimen. “Maté a Roger Kibbe el mismo día que me convertí en su compañero de celda”, dijo, en una especie de “misión” que se arrogó para vengar a las siete víctimas de Kibbe.
También se expresó tranquilo en que ningún jurado votará por la pena de muerte, creyente de que lo hecho fue “ofrenda de sacrificio humano”.
Y parece que está en lo cierto. El fiscal Todd Riebe dijo que solo se presentarán cargos por asesinato en primer grado, lo que limita el castigo a cadena perpetua, algo que ya cumple por haber estrangulado a su novia en 2011.
De hecho, el rechazo a la pena de muerte proviene desde el propio gobernador Gavin Newsom, quien firmó una moratoria mientras esté en el cargo.