CIVITAS
Los rezagados
Hace unos años el libro Factfulness de Hans Rosling hizo que muchos cambiaran su forma pesimista de ver el mundo. Para este autor, los individuos tenemos una serie de sesgos cognitivos que distorsionan nuestra visión de lo que realmente sucede alrededor nuestro. Estos sesgos nos hacen pensar de forma binaria, notar lo malo antes que lo bueno, generalizar y culpar a otros de los problemas, inundarnos de miedos innecesarios, percibir que las cosas no tienen una solución, minimizar nuestra perspectiva para explicarla en ideas sencillas y fáciles de dirigir, así como buscar solucionar los problemas con un sentido de urgencia.
' Si todo se vuelve urgente, nada será prioridad.
Christa Walters
Este último sentido de urgencia es muy familiar para los guatemaltecos. Tendemos a enfrascarnos en un tema y tratamos de buscar una solución lo más pronto posible. De tal manera que la coyuntura se vuelve asfixiante pues hay que solucionar todos los problemas urgentemente y a la vez. Esto no viene sin sus contratiempos ya que los recursos y el tiempo son limitados, en muchas ocasiones las prioridades que empuja la sociedad civil son diversas o incluso las que tienen un amplio consenso son distintas a las prioridades de las autoridades. En los últimos dos años ha habido temas que en su momento parecían urgentes, inequívocamente necesarios de enfrentar y solucionar con premura pero que actualmente están rezagados.
En primer lugar, la inconclusa elección de magistrados de Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones, elemento que contribuyó al debilitamiento institucional del Organismo Judicial y la justicia en el país, fue catalogada como crucial para el país. En el 2019 y 2020 los tropiezos de la elección se veían como algo urgente de subsanar debido a que la inacción nos llevaría a una situación gravísima para el Estado de Derecho. Hasta la fecha, la elección no ha terminado y seguirá así, paradojamente por una sentencia de la Corte de Constitucionalidad que buscaba una solución, pero ahora impide que la elección concluya prontamente. En el 2021, la atención pasó de esta elección a la designación de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad. Pareciera que saltamos de una elección a la otra, pero ninguna de las dos ha concluido ni dejado el mejor sabor de boca para el futuro de la justicia.
En segundo lugar, los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) ha sido una reforma necesaria y considerada como la piedra angular para lograr muchas otras reformas. El retroceso democrático es una preocupación en la región por lo que la reforma a la LEPP ha tenido primacía en diálogos ciudadanos, pero no ha tenido la misma relevancia para las autoridades a quienes les afectaría la modificación de dicha ley. Pasan los años y la urgencia de modificar la forma en la que se eligen nuestros representantes pareciera persistir, pero sin llegar a ningún lado.
El sesgo de urgencia que menciona Rosling nos ganó la partida pues si todo se vuelve urgente, nada será prioridad. Unos asuntos se sobreponen, colaborando a que pasemos de crisis en crisis, tratando de solventar nuevas problemáticas sin haber atendido del todo otras. Así, lo que requiere nuestra atención se aborda con decisiones rápidas y en ocasiones poco analíticas. Será necesario reflexionar profundamente por qué algunas cuestiones quedan olvidadas cuando hubo un momento en el que pensábamos que eran urgentes. ¿Será que los temas rezagados no eran tan importantes al final de cuentas o es necesario calibrar nuestro sensor de urgencia y no saltar de cuestión en cuestión como si todas tuvieran la misma prioridad?