La calificación está respaldada por un historial de estabilidad macroeconómica, políticas fiscales conservadoras que han minimizado el endeudamiento del gobierno y una sólida liquidez externa, añade, exponiendo en el boletín que las fortalezas se equilibran con uno de los ingresos fiscales respecto del producto interno bruto (PIB) más bajos entre los países calificados por Fitch. Además de que indicadores de gobernanza y desarrollo humano se comparan en forma desfavorable con las categorías ‘BB’ y ‘B’ y un estancamiento político que limita la capacidad del país para abordar estos problemas y debilidades.
Respecto al comportamiento de la economía Fitch refirió que la contracción de 1.5% en el 2020, representa la contracción más pequeña América con excepción de Paraguay, entero de los países que califica la firma. Atribuye ese comportamiento a un alto crecimiento de las exportaciones y de las remesas.
Para el 2021, Fitch espera que la economía se recupere con 3.9% de crecimiento y que a mediano plazo se mantenga un crecimiento potencial de 3.5% anual.
Aunque expuso que la pandemia registró un impacto en forma relativa pequeño en el PIB del 2020 advirtió que un aumento de las infecciones del covid-19 plantearía riesgos, porque “la vacunación avanza lentamente y la atención médica es escasa”.
La firma Standard & Poor´s emitió la semana pasada su más reciente reporte para Guatemala, aunque se refiere en el documento que el reporte no constituye una acción de calificación.
La calificadora señala fortalezas, pero también respecto al perfil institucional y económico refiere que a pesar de la contención del impacto de covid-19, un desafiante entorno político e instituciones públicas aún en desarrollo afectan la capacidad del país para fomentar el crecimiento económico a largo plazo.
También cita una disminución modesta en el crecimiento económico de -1.5% con relación a otros países de la región en el 2020, respaldada por la resiliencia de las remesas y exportaciones y que esperan un repunte de 4% del PIB en el 2021, influenciada por la recuperación económica de Estados Unidos ya que alrededor de un tercio de sus exportaciones van a ese país y se espera que las remesas, que representan alrededor del 14% del PIB, continúen con su dinamismo. Desde el punto de vista per cápita, la proyección refiere un crecimiento promedio limitado del PIB de 1.3% durante el plazo 2021-2024.
Sin embargo, también señala que riesgos relacionados con un aumento en las tasas de infección de covid-19 y nuevos períodos de confinamiento permanecen hasta que exista una amplia disponibilidad de la vacuna.
Según datos del Ministerio de Salud Pública, al 5 de mayo van vacunadas 176 mil 102 personas. El dato representa alrededor del 1% del total de la población, y 1.6% de los 10.5 millones mayores de edad que se prevé vacunar.
Además del total, 174 mil 152 tienen la primera dosis y solo 1 mil 950 tienen el esquema completo (dos dosis).
La infectóloga Nancy Sandoval, presidente de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas y de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología (ACECAI), dijo recientemente a Prensa Libre que en el cronograma, las autoridades de Salud contemplaban avanzar por fases cada cuatro semanas y colocar 10 mil dosis diarias, aspecto que no se ha logrado, sino que hay un rezago desde que comenzó la fase 1 el pasado 25 de febrero.
Según una proyección del Laboratorio de datos, si se aplicaran 3 mil dosis al día se llevaría 19 años inocular a los 10.5 millones de guatemaltecos que es la población mayor de 18 años del país, pero para llegar a esa cobertura diario se requerirían al menos 25 equipos de vacunación.
Otros indicadores
Fitch
Fitch refiere que las perspectivas de crecimiento se deben a que los ingresos aumentarán 7.7% y los gastos caerán un 2.1%, además que el déficit continuará reduciéndose después de 2021 y tenderá a situarse a niveles de la prepandemia en alrededor de 2% del PIB. Sin embargo, hace ver que la relación de los ingresos respecto del PIB disminuye (de forma lenta) y la falta de acción para abordar este aspecto sigue siendo un riesgo fiscal a mediano plazo.
Si bien la relación de la deuda con el PIB se compara de forma favorable con los países que tienen calificación similar, la relación de la deuda con los ingresos en el 2020 fue de 273%, más alta que el promedio en esos países, de 230%, de igual forma es desfavorable la relación entre interés (por la deuda) e ingresos.
Expuso que contrario a las proyecciones hechas por Fitch al comienzo de la pandemia, se registró un superávit en cuenta corriente, que pasó de 2.3% a 5.5% del PIB. “Esta expansión inesperada del superávit tuvo tres elementos principales: crecimiento de las exportaciones de mercancías, contracción de las importaciones de mercancías y remesas resilientes. El crecimiento de las remesas en 2020 (de 7.9%) fue inferior al promedio anual entre 2015 y 2019 de 13.6% pero Fitch espera una reducción gradual del superávit en cuenta corriente a medida que se recuperan las importaciones.
Los ejes de instituciones y la gobernanza evaluados para Guatemala son débiles en relación con otros países de la categoría BB añadió la agencia.
Integró a su informe comentarios acerca de que presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso invertir US$4 mil millones en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) durante un período de cuatro años para abordar las causas fundamentales de la migración, con un enfoque en mejorar la gobernanza. Sin embargo, refiriere que es incierto el plazo en que se pueda dar la aprobación del proyecto de ley por parte del Congreso.
Además, el de abril de 2021, la Casa Blanca anunció que Estados Unidos destinará US$310 millones en el Triángulo Norte para ayuda humanitaria y para abordar la inseguridad alimentaria.
Por aparte, dentro de los datos citados por Fitch refiere que Guatemala tiene una clasificación baja en el Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial, de 27.3, la cual es impulsada por un estado de derecho débil y un alto nivel de corrupción.
Respecto al presupuesto la firma recordó que el Congreso suspendió en noviembre pasado su aprobación para le plan del gastos del 2021 luego de las manifestaciones en contra y que fue el segundo año consecutivo en el que no se aprueba. La suspensión de dicho presupuesto eliminó la aprobación de dos préstamos externos, el de US$594 millones con el FMI y uno de US$20 millones con el Banco Mundial, por lo que la calificadora considera poco probable que sean aprobados por el Congreso en un proyecto de ley separado.
Standard & Poor´s
En el perfil institucional y económico agrega S&P que la fragmentación política y coaliciones frágiles limitan la capacidad del gobierno para avanzar en reformas significativas.
Considera que el impacto económico de la pandemia probablemente no reduzca las expectativas de crecimiento a largo plazo de Guatemala.
Luego de la contracción del PIB estimada de 1.5% en el 2020, la firma espera que crezca 4% en 2021. Aunque en el reporte mencionó los riesgos hasta que haya una amplia disponibilidad de la vacuna, como lo refiere en otra parte del informe.
Respecto al perfil de flexibilidad y desempeño indica en su boletín que una política fiscal cautelosa debería reducir gradualmente el déficit fiscal durante los próximos tres años. Además, esperan que el perfil externo de Guatemala se mantenga sólido en los siguientes tres años a pesar de la creciente presión. Un tipo de cambio flexible y una política monetaria sólida han anclado las expectativas de inflación, añade el documento.
Reacciones
Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat), expuso que es positivo que Fitch mantuvo la nota de calificación y la perspectiva estable, y era algo que se esperaba dado el contexto de la pandemia.
Explicó que en el informe destacan el comportamiento de la economía que tuvo una caída de 1.5% la cual la confirman, la rápida respuesta de atención por medio de políticas, la estabilidad macroeconómica y la política fiscal conservadora.
En general, las perspectivas son positivas y coinciden con las estimaciones oficiales, aunque hay retos que se deben enfrentar, enfatizó el presidente de la banca central.
Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundesa comentó que es un gran logro para Guatemala que se haya mantenido la misma calificación durante la pandemia, y menciona como aspectos positivos la estabilidad macroeconómica del país y el enfoque claro para una recuperación económica. Sin embargo, mencionó que el gran desafío es como aumentar el de vacunación en Guatemala, la cual puede acelerar las expectativas para este año, por lo que debería ser un objetivo común de todos los sectores y el estado.
“En el caso de Guatemala un gran desafío es cómo fortalecer sus instituciones para poder brindar mejores servicios a la población y que impacte directamente en temas que han sido rezagados, y definitivamente la debilidad institucional es lo que para Guatemala ha sido un desafío importante en mucho tiempo”, añadió Zapata. “Lo más importante para Guatemala, que se tiene que seguir fortaleciendo es la capacidad de gobernanza, es que el gobierno mejore la transparencia en procesos y mayor presencia del estado en todo el país”, expresó.
Con información de Urías Gamarro