Los números están ahí. A falta de tres partidos, de nueve puntos, él tiene dos de ventaja sobre el Real Madrid y el Barcelona. Y seis sobre el Sevilla, cuarto. Si él logra un pleno que jamás ha conseguido en la era Simeone en las tres jornadas finales, será el campeón por mucho que ganen los demás rivales para impedirlo.
Es la única certeza para el Atlético, que tampoco ha ganado tres partidos seguidos en La Liga desde hace 16 jornadas; desde que aquel líder incontestable, vencedor de 50 de los primeros 57 puntos disputados en 19 jornadas, se transformó en uno menos concluyente, menos definitivo, más vulnerable y más rebatido.
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Ha perdido el triple de puntos, 21, en las 16 citas más recientes que en las 19 primeras, cuando sólo se quedó sin siete, pero ha resistido al frente de la clasificación para perfilarse hoy como el más favorito de todos, pendiente de tres triunfos que se intuyen imprescindibles para ser lo que pretende: el campeón de la Liga.
El primero lo propone frente a la Real Sociedad, que puede ejercer de juez en La Liga si vence en el Wanda Metropolitano, algo que no ha logrado en los últimos ocho años y que le permitiría acercarse mucho a su objetivo de clasificarse para la Liga Europa.
El equipo de Imanol Alguacil, tras ganar al Elche, se ha visto favorecido por el tropiezo de Villarreal y ahora podría incluso asegurar matemáticamente la sexta plaza si vence este miércoles y su triunfo se ve acompañado de una derrota de equipo castellonense.
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El técnico guipuzcoano sigue sin poder contar con Mikel Merino y su equipo lo está notando, aunque contrarresta la ausencia del navarro con la presencia de un David Silva que parece totalmente recuperado de sus problemas y que, después de jugar los 90 minutos de la última jornada, se convierte en el mejor refuerzo para el conjunto txuriurdin para este tramo final de la temporada.
La mejor variante de Mikel Oyarzabal, que viene de marcar uno de los goles de la jornada el pasado viernes, será fundamental para triunfar en un estadio muy esquivo en resultados en las últimas temporadas ya que, con Diego Simeone en el banquillo, el Atlético ha ganado 6 y empatado 2 de los 9 choques que ha dirigido en Madrid.
La plantilla txuriurdin está justa de energías después de tantos partidos y Alguacil desplaza 24 jugadores a Madrid, donde lo aguarda el Atlético con su once definido, prácticamente el mismo que superó sobre el terreno -no en el marcador- al Barcelona, con una única variación: la lesión de Thomas Lemar la suplirá Saúl Ñíguez, aunque está por ver si será como centrocampista o como carrilero izquierdo.
El resto serán los mismos, quizá, si acaso, con la única e improbable variación de la entrada de José María Gíménez, en duda para el once por unas molestias, por Felipe Monteiro en el centro de la defensa.
En los demás nombres no habrá cambios, desde la portería, con Jan Oblak imbatido en cuatro de sus últimos cinco encuentros, hasta el ataque, con Luis Suárez -cuatro duelos sin marcar gol- y Ángel Correa -tres tantos en sus últimos dos choques en casa-, en la delantera titular, de nuevo ajena para Joao Félix.
Entre el marco propio y el rival, Kieran Trippier ejercerá de carrilero derecho; Stefan Savic y Mario Hermoso de centrales, junto a Felipe o Giménez; y Marcos Llorente y Koke Resurrección, que cumplirá este miércoles 500 partidos, jugarán en el centro del campo, bien junto a Saúl o a Yannick Carrasco, que completa el once.
